La Unión Europea le ha estado pidiendo a las compañías que fabrican dispositivos para reproducir música que bajen el volumen por defecto de sus aparatos. Teniendo en cuenta que según un estudio el 10% de los europeos escuchan música a 120 dB, lo que es más que suficiente para causar problemas auditivos, estamos de acuerdo con lo que dice la organización. Meglana Kuneva, Comisaria Europea de Protección de los consumidores ha pedido que el volumen por defecto sea de 80 dB, pero sin límites para quienes quieran subirlo. Solo advertencias por su salud.
Es cierto que algunos dispositivos lo hacen, pero la Unión Europea tiene razón cuando dice que todos los aparatos deben tener una advertencia sobre los peligros de tener el volumen muy alto en los reproductores. Y para hacer valer lo que ha estado diciendo en este último tiempo, recientemente ordenó a todas las fabricas que pongan un volumen predeterminado de 80 decibeles (dB), además de una advertencia sobre los daños que puede causar. En los próximos dos años, esta medida deberá aplicarse para todos los aparatos.
Hasta ahora, 100 dB es el máximo de volumen permitido en Europa y, según han dicho, seguirá siendo así. De todos modos, es importante que las personas se acostumbren a escuchar música a un volumen más bajo, porque el riesgo de tener problemas auditivos en el viejo continente es muy alto. La unión Europea dejó ver datos bastante reveladores al informar que el 10% de los individuos que escuchan música en Europa están en riesgo de tener problemas auditivos por escuchar música sobre 120 dB. Para darse una idea, éste nivel es equivalente al de un Jet al despegar.
Meglana Kuneva, Comisaria Europea de Protección de los consumidores, no solo reveló aquellos datos, sino que también tuvo palabras acertadas sobre el tema: “Es muy fácil subirle el volumen al reproductor a niveles dañinos, sobre todo en calles muy transitadas o en transporte público.” Además, aclaró que las nuevas medidas no están para negarles a los usuarios el derecho de escuchar música al volumen deseado. Todo lo contrario, no habrá restricción de volúmenes, pero sí sendas advertencias sobre los daños auditivos que se pueden sufrir en determinados niveles.
Es cierto que muchos aparatos traen dichas advertencias en los manuales, pero la verdad es que pocas personas hacen caso. Es necesario que la advertencia este constantemente en el dispositivo para que se comprenda la gravedad del asunto. Es importante recordar que uno puede escuchar música a 80 dB por 40 horas sin tener ningún tipo de problemas, pero una vez que lo subes de ese nivel, existen cada vez más peligros. Kuneva parece estar empujando éstas nuevas medidas con todo su poder, así que en dos años todas las compañías, “sin importar cuán grande sea”, según Kuneva, deberá cumplir con los requerimientos dictados por la Unión Europea.