La historia nos dice que el GPS dio sus primeros pasos en 1972-73, pero no fue sino hasta mediados de los ’90 que se liberó su acceso al público en general. Mientras tanto, el concepto de navegación vehícular estaba siendo explorado a través de otras iniciativas. Una de ellas fue Etak Navigator, el cual utilizaba cintas magnéticas para cargar los mapas. En la mayoría de los casos se habló del Etak Navigator como adelantado a su tiempo, pero si era tan bueno, ¿qué fue lo que falló?
Un viaje en yate, elementos salidos del riñón de Atari, y un contacto con la Oficina del Censo estadounidense marcan el colorido origen del Etak Navigator. El año era 1985, y la idea de un acceso público para el sistema GPS aún estaba demasiado verde. Después de todo, la orden de la administración Reagan había sido emitida dos años antes, tras la tragedia del vuelo KAL 007 derribado por un caza soviético.
¿Cómo funcionaba el Etak Navigator?
En esencia, el Etak Navigator era un ordenador en miniatura. Su corazón estaba compuesto por un chip Intel 8088, la RAM ascendía a 256 kilobytes, y su módulo EPROM (no confundir con EEPROM) era de 32 kilobytes. El plan de utilizar un monitor CRT con la resolución adecuada hubiera convertido al Etak Navigator en una opción económicamente prohibitiva, por lo tanto, la alternativa fue implementar un CRT basado en vectores, similar al de los osciloscopios. Esto resultó ser una buena idea, en especial durante la conducción de día.
El problema más grande era que no había bases de datos, descargas de firmware, WiFi o recursos satelitales disponibles. Esto provocó que el Etak Navigator adoptara como solución un sistema de almacenamiento magnético, cassettes especiales para ser más precisos. Cada una de estas cintas podía guardar un máximo de 3.5 megabytes de datos, impresionante para la época, pero con varios desafíos técnicos sobre sus hombros.
En primer lugar, ese espacio no era suficiente, y el Área de la Bahía de San Francisco demandaba seis cintas para su mapa completo. En segundo lugar, las carcasas convencionales de los cassettes de audio eran inadecuadas debido a sus problemas con el calor (básicamente, se derretían), y el Etak debió usar cassettes de policarbonato, con una tolerancia máxima de 105 grados Celsius. El resto del trabajo estaba a cargo de sensores instalados en las ruedas, y un compás electrónico ubicado en el parabrisas trasero.
Un aspecto que el Etak Navigator definitivamente inventó es el punto de vista centrado en el coche sobre los mapas. Hoy, todos los GPS trabajan del mismo modo, demostrando así la seguridad y la comodidad que los desarrolladores del Navigator habían anticipado.
¿Qué sucedió con el Etak Navigator?
Entonces, ¿qué sucedió? Digamos que el Etak Navigator era un dispositivo difícil de vender en 1985. El Modelo 450 con pantalla de 4.5 pulgadas tenía un valor de 1.395 dólares, mientras que su hermano mayor Modelo 700 de siete pulgadas daba el salto a 1.595 dólares. Cada cinta adicional tenía un costo de 35 dólares, y con el tiempo se sumaron más mapas. Stan Honey, una de las mentes maestras detrás del navegador, estima que se vendieron entre dos mil y cinco mil unidades, un número que para los parámetros de la electrónica actual sería un fracaso.
Sin embargo, Etak tuvo una revelación: Su proceso de digitalización de mapas era mucho más importante que el hardware. Así fue que comenzó a licenciar su tecnología a otras compañías, lo que le permitió llegar a mercados tan remotos como Japón. News Corporation compró a Etak en 1989 por 25 millones de dólares, luego la vendió a Sony en 1996, y finalmente fue absorbida en el año 2000 por Tele Atlas, subsidiaria de TomTom.
¿Qué fue lo que falló del Etak Navigator? La respuesta es nada. Fue un pionero en la navegación vehicular, su hardware sirvió a un buen propósito, y la tecnología derivada de su desarrollo está presente en miles de productos actuales.