Todos hemos soñado alguna vez con poder viajar en el tiempo. Se han propuesto varios proyectos teóricos para lograrlo, pero requieren de una tecnología mucho más avanzada que la nuestra. Pero eso puede haber cambiado, gracias al trabajo de un científico Israelí. Según puede leerse en la revista Nature, una de las mayores dificultades para viajar en el tiempo ha sido resuelta por el físico teórico Amos Ori, del Israel Institute of Technology en Haifa (Technion).
En el artículo, Amos explica como una máquina para viajar en el tiempo podría ser construida dentro de 100 o 200 años. El “motor” de la máquina seria un campo gravitatorio local muy poderoso, con la capacidad teórica de provocar una curvatura del espaciotiempo, lo que le permitiría viajar en el tiempo. Ori utiliza las teorías de Einstein para afirmar que el espacio puede curvarse lo suficiente para crear un campo de gravedad capaz de arrastrar consigo al espacio y el tiempo en su zona de influencia.
La Teoría de la Relatividad de Einstein muestra que a muy altas velocidades o en regiones del espacio con una gravedad intensa, el tiempo se curva de la misma manera que lo haría una lamina de goma sometida a un peso. Cuanto más elevada es la velocidad o más intenso el campo gravitatorio, mayor es la curvatura del tiempo.
Las complejas ecuaciones desarrolladas por el físico teórico demuestran que cada instante de tiempo, desde el momento en que se crea ese campo de gravedad hasta el presente, se encuentra en su interior. Solo hace falta es calcular cómo llegar a instante en particular.
Otros sistemas de viajes en el tiempo, como el propuesto por Paul Davies en 2001, necesitaban de agujeros de gusano, que tienen un tamaño infinitamente pequeño para funcionar. Según Davies, una máquina para viajar en el tiempo necesita de dos agujeros negros unidos entre sí a través de un agujero de gusano. Obviamente, un esquema de este tipo tiene pocas posibilidades prácticas de ponerse en marcha en un futuro cercano.
La idea de Amos, si bien no deja de ser una especulación, sólo requiere materia “normal” y el vacío que existe en el espacio sideral para viajar a través del tiempo. Las otras maquinas del tiempo propuestas necesitan de materia exótica con densidad de energía negativa y una presión negativa mayor en magnitud que la densidad de la energía. Esto implica una tecnología extraordinaria que permita recrear en laboratorio las energías de los agujeros negros.
Por supuesto, nada indica que todas estas investigaciones teóricas puedan llevarnos (por ahora) de viaje a través del tiempo. Pero ello no impide que proliferen iniciativas y propuestas que alimentan la esperanza de lograrlo algún día. El viaje en el tiempo sigue estando en el ámbito de la especulación teórica, pero más cerca de ser una realidad.
