Nadie decía nada. El silencio sepulcral hacía creer lo peor. Para colmo, las noticias lo empeoraban todo: In Rainbows había tenido más descargas por P2P que mediante el sitio oficial. El caso Radiohead debía sentar precedentes o la batalla estaría perdida. El mutismo reforzaba el DRM. La afonía fortalecía a los detractores de la iniciativa. Finalmente, y a un año del disco y experimento, los números oficiales fueron revelados. El “pague lo que usted quiera” fue un éxito sin precedentes. Pero tal vez ya sea demasiado tarde…
Debo confesar que cuando Radiohead lanzó su disco In Rainbows, mediante el modelo “pague lo que usted quiera o no pague nada”, no me entusiasmé tanto como el resto de mis colegas. Siendo abonado de Jamendo desde sus inicios, no me pareció que la banda hiciera nada realmente novedoso. Es cierto, es cierto. Radiohead es Radiohead y la movida podía sentar un precedente importante, que fuera un llamado de atención tanto para las discográficas como para bandas del mismo calibre. Pero se presentía un olor extraño en el aire. Como de rayos y centellas.
El “experimento” no duró mucho. Luego supimos que las descargas por P2P habían dejado en ridículo a la cantidad de descargas mediante el sitio oficial, y ya el aire se había teñido de azufre. Cuando finalmente comScore anunció los porcentajes, nos pusimos a temblar: las noticias solo eran buenas para las discográficas. Un 62% de las descargas no dejaron ni un mísero centavo. Un 17% abonaron entre 0.01 y 4.00 dólares, un 6% entre 4.01 y 8.00, un 12% entre 8.01 y 12.00 y solo un 4% pagaron entre 12.01 y 20.00 dólares.
Estos números hicieron que los opositores de la distribución digital se mofaran en la cara de quienes decíamos que el DRM apestaba. Los que sosteníamos que la piratería, la música gratis y las licencias alternativas ayudaban a las bandas a promocionar su música, quedamos en ridículo, repensando qué podía haber pasado. Peor fue cuando la banda anunció, mucho después, que no repetiría el experimento, que fue solo cosa de una vez. Listo. Game Over. La batalla estaba perdida… ¿O no?
Bueno, parece que no. Ayer, por motivo del primer aniversario de la iniciativa, Warner Chappell, productor de la banda, dio a conocer las estadísticas y números oficiales del post-experimento, esos que tanto necesitábamos un año antes.
Si sumamos las ediciones especiales vendidas en el sitio oficial de la banda (W.A.S.T.E., no In Rainbows), con las ventas de CD en formato físico, junto a otras plataformas de descargas (pagas) como iTunes, la banda vendió (en total) la friolera suma de 3.000.000 de discos. Si tenemos en cuenta que los discos anteriores de la banda vendieron apenas cientos de miles de unidades cada uno, bueno… queda poco por decir.
Lo que es más, en la conferencia, Chappell reveló otras cifras, tanto o más interesantes. Al día de la fecha, las unidades físicas de CD vendidas fueron de 1.750.000 (todavía figura en el Top 200 de Inglaterra y Estados Unidos). Se vendieron 100.000 colecciones especiales (box sets) mediante el sitio oficial. Los temas de la banda se reprodujeron un total de 17.000.000 de veces en last.fm. Y ya se vendieron 1.200.000 tickets para el próximo tour.
Si queremos agregarle un toque de comedia, todo esto fue posible gracias a que la banda no adhirió a ningún tipo de asociación protectora de derechos, ni a sindicatos de músicos. Chappell confirmó que, de haber sido así, la cosa hubiese sido distinta. El experimento necesitó de diligencia y libertad: se debían cerrar tratos con rapidez, sin sindicatos de por medio que metieran sus narices. Dada la burocracia dentro de tales asociaciones, podrían haber arruinado lo mismo que decían querer proteger. Irónico, sí. Fracaso, bajo ningún punto de vista.
¿Entonces es una buena noticia?
No, desafortunadamente no. Hay un problema, un gran problema. Y es por eso que me es muy difícil escribir con entusiasmo este artículo: esto se debería haber sabido antes. El mutismo de la banda nos perjudicó a todos los que luchamos por multimedia sin DRM y licencias alternativas. Los que estamos en contra de las corporaciones (y asociaciones) que viven de la extorsión, haciendo lo imposible para sostener un modelo obsoleto, ya no podemos hacer nada. Solo lamernos heridas que nunca existieron.
Entiéndase: el experimento ya fue confirmado como un fracaso. Los grandes medios no van a recoger ahora esta noticia, mucho menos si tenemos en consideración que son ramificaciones de las corporaciones que se verían perjudicadas. Antes, tenían la obligación ética de hacerlo o verse seriamente cuestionadas. Pero ya no. Incluso si lo hicieran, la opinión pública se olvidó de In Rainbows y del “pague lo que usted quiera”. Ni tú ni yo formamos parte de esa "opinión pública", créelo. Y no podemos más que reproducir estas cifras, con la esperanza de que importen. Pero, si me disculpas el pesimismo, no creo que así sea. Y todo es culpa de Radiohead.
Los apoyamos, blogs, meneames, diggs, reddits mediante. Lloramos el fracaso como un duelo propio. Repensamos nuestras opiniones al respecto. Un año más tarde, nos enteramos que el féretro no solo no tenía un cadáver dentro, sino que estaba lleno de millones de dólares. Derramamos nuestras lágrimas sobre un éxito, que hubiese oficiado como una verdad liberadora. Radiohead hizo más mal que bien. Sentaron un ejemplo, sí. Pero uno negativo, basado en cifras inexactas, contrario a la realidad. Es casi como si los hubiese enviado al enemigo…
En este tema en particular, REALMENTE deseo equivocarme. No me importaría en lo más mínimo si así fuera y sería el primero en festejar mi error. Si crees que me equivoco, te invito a opinar. Es más, te urjo a hacerlo. Anda. ¡Opina!
