El interés del gobierno español por subir al escalón más alto de la élite científica no conoce límites. Se ha previsto que para el año 2012 la ciudad de Barcelona cuente con el sistema de computación más potente del momento. Estamos a sólo 2 años de arrebatar el primer puesto a Estados Unidos, líderes indiscutibles en este campo. La estrategia para derrotar a la primera potencia mundial pasa por compartir esfuerzos con otros países europeos para poder mantener el estatus en el ranking cada año.
Fuentes del Ministerio de Ciencia e Innovación han confirmado que España será el país elegido para ubicar el ordenador más potente del mundo, en concreto, la ciudad de Barcelona. La destinataria de esta iniciativa hace muy poco ya inauguró otra estructura de alto nivel: el sincrotrón Alba. Europa posee la firme intención de desbancar a los Estados Unidos en el liderazgo de la supercomputación, así que han planeado una estrategia para alcanzar este objetivo apoyándose en la unión de los países más poderosos del viejo continente. La estrategia consiste en comprar cada año la máquina más potente que exista en ese momento y compartirla con los socios comunitarios que están embarcados en esta aventura científica.
Primero será Alemania, que ya ha adquirido e instalado la unidad de computación de este año en el centro de investigación Jülich. Al año siguiente, será Francia la que compre el superordenador que rompa el techo mundial de esa época. Finalmente, España aportará 60 millones de euros para quedarse con la mejor máquina que exista en el año 2012 y será conectada al año siguiente. Después será Italia la que adquiera el siguiente mejor ordenador y deje que los otros países se conecten a él. Holanda y Reino Unido están aún pensando si entrar en el proyecto. Después le volvería a tocar a Alemania. Interesante manera de enfocar el asunto para quitarle el primer puesto a los EEUU.
El ordenador español sería instalado en el Barcelona Supercomputing Center, que ya alberga uno de los equipos más potentes de Europa, el Mare Nostrum. La nueva máquina será 100 veces más poderosa que el impresionante inquilino que hoy habita en las enormes y asépticas salas del complejo. Los socios de esta Asociación para la Computación Avanzada en Europa (PRACE, en inglés), compartirán tiempo de uso de sus ordenadores. Las máquinas realizarán enormes cálculos en casi cualquier disciplina, desde la astronomía a la biología, pasando por la física, la medicina y la ingeniería de materiales. La inversión del gobierno en el PRACE está previsat en 100 millones de euros, que compartirán a medias con la Generalitat Catalana. Esta mega estructura será una de las 44 prioritarias que la Unión Europea considera imprescindibles para el avance de la ciencia y la investigación en I+D.