El plástico es un derivado de los hidrocarburos. Una empresa española, con base en Cerceda, realizara el proceso inverso, extrayendo diesel de plásticos usados.El proceso, que hasta ahora nunca realizado, será llevado a cabo por la empresa Tecnoambiente Galicia, pionera en el mundo en el reciclaje químico de plásticos usados. Utilizará un proceso basado en calor para convertirlos en un combustible verde similar al gasóleo común. Este combustible es válido para automoción, y sus niveles de emisión son notablemente inferiores al tradicional. Del producto final también se obtienen disolventes para pinturas. La planta que llevará a cabo el tratamiento se ha construido en el polígono industrial de Cerceda y en los próximos días comenzará un período de pruebas. Uno o dos meses más tarde se iniciara la explotación comercial. La producción rondará los 3.500.000 litros al año.
El proceso, encargado del reciclaje químico de las 3.500 toneladas de plástico que se tratarán al año, está basado en la termálisis. El residuo se pasa primero por una trituradora que minimiza su tamaño y luego se traslada a la cámara de termálisis que lleva el plástico a una temperatura de entre 440 y 450 grados. Este proceso se lleva a cabo en ausencia de oxígeno, por lo que el material se degrada para convertirse en un gas.
Este gas llega luego a un catalizador, pieza clave del proceso, en donde el gas del plástico, constituido por átomos de carbono (polímeros), se somete a un proceso de ruptura. Esto permite que estos átomos varíen su composición y puedan formar nuevas cadenas de hidrocarburos. Posteriormente se pasa a condensadores, en los que el gas se transforma en líquido. La porción más liviana, entre un 20%-25% del total, se destina para elaborar disolventes. El resto del producto, previo proceso de depuración en una cámara centrifugadora para mejorar su calidad, se transforma en combustible.
A lo largo de todo este proceso quedan como subproducto entre un 3% y un 5% de gases. Estos se lavan para eliminar las partículas en suspensión y rebajar los óxidos de azufre y luego se pasan a un oxidador térmico, en el que se produce una combustión controlada para rebajar emisiones. Según el ingeniero Rubén Osorio, de la firma IDOM, que dirige el proceso, “las emisiones serán como las de un calentador de nuestra casa”.
Cada año se transformarán 3.500 toneladas de plástico en 3,5 millones de litros de gasóleo, que se utilizará mezclado con el diésel habitual en un porcentaje de entre el 20% y el 30%, al igual que los biocombustibles derivados de vegetales que ya se encuentran en el mercado. Este carburante se destinará en un primer momento a la flota de camiones que Sogama utiliza para la recogida de basura.