El ministro de Industria español ha declarado a favor del presidente de la compañía de telecomunicaciones más grande del país. Alierta pretende imponer un canon a los grandes buscadores porque dice que las redes son suyas y que los grandes buscadores se lucran de ellas sin pagar nada a cambio. Sebastián presta su apoyo a estas manifestaciones del máximo responsable de Telefónica y deja clara la postura oficial del gobierno.
El debate nacional generado tras las explosivas declaraciones de César Alierta, presidente de Telefónica, acaba de ser avivado por las palabras del ministro de Industria de España. El presidente de la operadora afirmaba que la compañía cobraría a los buscadores porque su infraestructura estaba siendo utilizada sin compensación alguna, mientras que aquellos se aprovechaban del sistema engordando sus multimillonarias cuentas. «Es evidente —lamentó Alierta— que los buscadores de internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros». Y concluyó que «eso va a cambiar, estoy convencido».
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, consideró que cobrar a buscadores por el empleo de la Red «es una opción posible que hay que discutir y barajar». Aunque esta frase haya sido pronunciada durante su visita al stand de Telefónica en el Mobile World Congress, ofrece una visión clara del respaldo del estado a la potencial decisión de Telefónica. La actitud de la operadora nacional encaja con las últimas tendencias de las grandes compañías de telecomunicaciones que ven un apetitoso bocado en el cobro a los que generan mayor tráfico en la Red, como por ejemplo, el caso de British Telecom contra los proveedores de video de alta definición, que consumen un enorme ancho de banda.
Estas intrigas financieras propugnadas por las grandes telecos amenazan la neutralidad en la Red. Tanto es así, que se está debatiendo en Bruselas la necesidad de una directiva que concilie ese derecho (que debería ser declarado universal) con la legítima intención que tienen las empresas de aumentar sus beneficios. Mientras tanto, Google ha recibido estas noticias contraatacando "sutilmente" con la noticia de la creación de una red de fibra optica experimental 100 veces más rápida que cualquiera. Conociendo a la empresa del buscador más famoso de la historia, no sería de extrañar que un día las telefónicas españolas se encuentren con que los clientes han emigrado de forma masiva hacia la futura red de Google.
Y esto no es ciencia ficción ¿para qué compró Google fibra óptica en cantidades masivas hace unos años? ¿Por qué hace tiempo que negocia el uso de fibra óptica oscura? ¿Pagaremos algún día facturas de Internet con el logo multicolor? La respuesta ahora parece más clara que nunca, gracias a las presiones de Telefónica y de sus apoyos en el gobierno.
