El cine, la televisión y el streaming tienen a su alcance herramientas extraordinarias que hubieran sido consideradas «magia pura» 40 años atrás. En aquel entonces, las limitaciones técnicas se resolvían a pura creatividad y experimentación, generando resultados tan buenos que incluso hoy se los identifica como un «CGI primordial». En un viejo artículo para el portal Cartoon Brew, Neil Emmett compartió algunos ejemplos de Pseudo-CGI, comenzando con un personaje icónico e inolvidable de los ’80…
Obviamente, se trata de Max Headroom. Primero fue la película, después el show, y al final llegó la serie, pero más allá de los cambios en el formato y el paso del tiempo, Max Headroom siempre se mantuvo constante. Aquellos que no conocen su background y lo ven por primera vez pueden llegar a la conclusión de que Max es producto de un CGI muy básico, sin embargo, no hay ninguna animación aquí…
Pseudo-CGI: Creando animaciones por ordenador falsas
Lo que aparece en pantalla es el mismísimo actor Matt Frewer, con mucho látex, y un traje brillante hecho en fibra de vidrio. Su voz era procesada con un armonizador, y la mitad de los frames se eliminaban en producción, creando así un «efecto animado» más verosímil. Lo único digital era el fondo.
Otro ejemplo citado en el artículo es Escape From New York, el clásico de 1981. Cuando Snake Plissken inicia su vuelo para introducirse en la ciudad, las pantallas muestran una especie de «reproducción digital» de Manhattan, pero esa digitalización también es falsa: En realidad, crearon un modelo a escala, cubrieron los bordes de los edificios con cinta reflectiva, y filmaron la escena bajo luz ultravioleta.
Aún así, el caso más popular, y me atrevería a decir el más mediático, fue Tron. La película original de 1982 llevó el potencial del backlighting al límite, y combinado con las actuaciones live-action, el resultado final parece haber sido procesado digitalmente. Por supuesto, Tron incluye CGI real, pero se calcula que representa unos 15-20 minutos del filme. De hecho, las limitaciones técnicas eran tan grandes, que la creación de un solo frame podía tomar hasta seis horas.
Fuente: Cartoon Brew