La regla es muy sencilla: Agua y electrónica no se mezclan. Sin embargo, en la práctica es algo más cercano a «humedad, electrónica y energía». Bajo las condiciones adecuadas, lavar una pieza de hardware no representa ningún riesgo, y hay ocasiones en las que una buena inmersión es la única salida. Por ejemplo, Andrew del canal «Cat and Andrew» recibió una placa base impregnada de suciedad y humo de cigarrillo, combinación horripilante para cualquier equipo…
Imagina que has comprado un ordenador usado en línea, y al recibirlo sientes ese característico olor a cigarrillo. Una limpieza superficial ayudará a disminuir su impacto, pero puedo decir por amplia experiencia (crecí rodeado de fumadores) que el humo de cigarrillo se pega a todo, y lo ideal es una sesión de limpieza más profunda.
La pregunta es: ¿Qué tan profunda? Muchos entusiastas y youtubers dedicados al hardware tienen acceso a limpiadores ultrasónicos de gran volumen, pero un modelo con las dimensiones necesarias puede superar fácilmente los 250 euros. La mejor alternativa es lavar componentes de hardware, y Andrew del canal Andrew del canal «Cat and Andrew» nos demuestra que el recurso principal, es la paciencia:
Cómo lavar hardware de forma segura
Este proyecto comienza con una placa base MSI H61M-P20 (G3), basada en el zócalo Intel LGA 1155. Se trata de una plataforma antigua que no va más allá de procesadores Ivy Bridge, pero con un poco de trabajo puede convertirse en una sólida terminal. El ojo entrenado no tardará en detectar la capa de marrón repugnante que cubre cada centímetro cuadrado de su superficie. Andrew reporta que la placa base «no funciona», pero la suciedad llegó incluso a la parte inferior del procesador.
La verdadera razón detrás de la falla es una serie de pines doblados en el zócalo, sin embargo, Andrew logró reparar el daño. Con la placa base funcionando de nuevo, retiró la batería (¡muy importante!), el soporte metálico del zócalo, el disipador del chipset y una etiqueta. Quitar todo el polvo usando pinceles siempre es una buena idea, pero lo más impresionante llega con su combinación de desengrasante de cocina y alcohol isopropílico. El color del líquido que sale de la placa base es escalofriante…
Para el lavado propiamente dicho, Andrew utiliza agua desmineralizada, pero más allá de la ausencia de impurezas, lo importante es no apresurar el proceso, y eso incluye el «desplazamiento» del agua con un baño adicional de alcohol isopropílico, asistido por un secador de pelo «en frío». Las piezas metálicas siempre nos conceden un poco más de flexibilidad, y Andrew la aprovecha usando agua caliente del grifo (la última imagen del disipador lo dice todo). Para finalizar, el procesador y su ventilador sólo reciben alcohol isopropílico.
