Los seres humanos modernos pueden haber aparecido más de 80.000 años antes de lo que se creía hasta ahora. Esta conclusión se desprende del estudio realizado sobre unas sofisticadas herramientas de piedra encontradas hace casi 40 años en Etiopía, en la zona del Valle del Rift. Las nuevas técnicas de datación le otorgan al Homo Sapiens una antigüedad cercana a los 300 mil años.
Un grupo de herramientas de piedra, atribuida a nuestros antepasados remotos y que fueron encontradas en el Valle del Rift (Etiopía) en la década de 1970, han sido datadas utilizando una nueva técnica basada en el contenido de diferentes isótopos del gas argón. Para sorpresa de los antropólogos, los resultados demuestran que la edad de las herramientas es mucho mayor que la de los fósiles más antiguos que se hayan encontrado nunca del Homo Sapiens, esto es, alrededor de 195.000 años.
Los investigadores, en realidad, han datado las cenizas volcánicas que cubrían las herramientas encontradas en el sitio arqueológico de Gademotta, determinando que su antigüedad no es menor a los 276 mil años, unos 80 mil más que la atribuida históricamente al “Sapiens”.
Las herramientas que se utilizaron como base para este estudio incluyen algunas con filos muy precisos y pequeño tamaño, que según los expertos en el teman requieren de constructores con habilidades cognitivas complejas y dedos hábiles para ser talladas. Los resultados han sido publicados por Centro Paul Renne, de la Universidad de California, quien al igual que otros arqueólogos está convencido que estas herramientas y otras similares encontradas en otras excavaciones arqueológicas se asocian con la aparición de la especie humana más moderna, el Homo Sapiens. “Parece que estábamos más avanzados tecnológicamente en un momento muy anterior al que pensábamos”, agrega la coautora del articulo, Leah Morgan. El paper se publicó en el número de diciembre de la revista Geology.
La excavación de Gademota
En la antigüedad Gademotta fue un sitio muy atractivo para nuestros antepasados. Se encuentra muy cerca de una fuente de agua dulce (el Lago Ziway) y dispone de grandes cantidades de un vidrio volcánico muy duro, conocido como obsidiana. “Debido a su falta de estructura cristalina, la obsidiana es una de las mejores materias primas que se pueden utilizar para hacer herramientas“, explica Morgan.
Los arqueólogos han determinado que en muchas regiones del mundo se produjo, en algún momento, un salto en la “tecnología” de la edad de piedra. Las herramientas mejoraron y se comenzaron a construir cuchillos, hachas y otros accesorios mucho más eficientes que los anteriores. Pero este salto no se dio en todas partes a la vez. Algunas regiones, como en Herto, al noreste de Gademotta, nuestros antepasados utilizaron “tecnología obsoleta” hasta hace unos 160 mil años. Estas diferencias en las fechas implicadas apoyan la idea de una transición gradual a las nuevas tecnologías. Morgan agrega que el fácil acceso a la obsidiana en Gademotta puede explicar por qué la revolución tecnológica se produjo tan temprano allí.
“Una analogía moderna podría ser la transición de los carros arrastrados por bueyes a los coches. Es prácticamente completa en América del Norte y el norte de Europa, pero apenas está comenzando en algunos países subdesarrollados”, ejemplifica Renne. Los arqueólogos recibieron la financiación necesaria para llevar a cabo el análisis de las herramientas halladas en Gadmotta de la National Geographic Society.
La falta de huesos en Gademotta hace difícil determinar quién hizo estas herramientas tan especializadas. Algunos arqueólogos creen que tuvo que ser Homo Sapiens, mientras que otros expertos suponen que otras especies humanas también pueden haber tenido la capacidad mental y destreza manual necesaria para construirlas. Pero independientemente de quien sea el autor de estos utensilios, las fechas que han podido determinar gracias a la datación de los isótopos de argón ayudaran a llenar una laguna importante en el registro arqueológico.
“Las nuevas fechas determinadas en Gademotta nos ayudan a comprender en qué momento se produjo un importante cambio de comportamiento en la evolución humana“, dice Christian Tryon, un profesor de antropología de la Universidad de Nueva York, que no participó en el estudio. En todo caso, la historia de la evolución humana se ha convertido en algo más complejo de lo que se pensaba anteriormente. Ya no es posible asociar determinadas especies con determinadas tecnologías, y colocarlas en una línea que simplemente va de las eras más antiguas a las modernas.