En plena Guerra Fría, los activistas del movimiento anti-nuclear esparcieron rápidamente la historia que coloca a las cucarachas como únicas sobrevivientes de un intercambio atómico entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. La resistencia natural de las cucarachas sumada a su extraordinaria capacidad de adaptación cementaron esa creencia, ¿pero qué tan cierta es? En el pasado se han hecho varios estudios al respecto, e incluso un episodio de MythBusters exploró el tema…
¡Cucarachas! Para algunas personas representan un encuentro traumático, y para otras son cosa de todos los días. Las últimas técnicas de fumigación pueden acabar con ellas en tiempo récord, pero si queda intacta una vía que les permita regresar, lo harán. Esta particular persistencia de las cucarachas no ha hecho otra cosa más que reforzar su perfil de indestructibilidad, a un punto tal que la idea de imaginarlas como únicas sobrevivientes de un ataque nuclear es bastante común. Ahora, la pregunta es: ¿Hasta qué punto es eso cierto? Básicamente, lo que nos interesa conocer es su resistencia a la radiación, y los primeros estudios se remontan al año 1963.
Ese año, los doctores Ross y Cochran del Instituto Politécnico de Virginia comprobaron que la cucaracha rubia (Blattella germanica) presentó señales de esterilidad a los 3.200 rads (o 32 grays), mientras que una dosis de 6.400 rads (64 grays) mató al 93 por ciento de la población. Un poco más cercano en el tiempo, el equipo de MythBusters decidió llevar a cabo un experimento similar, aplicando tres niveles diferentes con cobalto-60. Después de monitorear su progreso por treinta días, los cazadores de mitos descubrieron que el 50 por ciento de las cucarachas expuestas a 1.000 rads seguía viva. A los 10.000 rads, el número bajó al 10 por ciento, y a 100.000 rads ninguna sobrevivió. Como referencia, no debemos olvidar que 1.000 rads pueden matar a una persona en apenas diez minutos.
En resumen: Desde un punto de vista biológico no son indestructibles, sin embargo, los números disponibles sugieren una resistencia a la radiación 14 veces superior a la del ser humano para las cucarachas en el mejor de los casos. Más allá de las variables entre los diferentes tipos de cucarachas, lo cierto es que están muy lejos de ser las criaturas con mayor resistencia: La mosca de la fruta común necesita 64.000 rads para ser aniquilada, y el extremófilo Thermococcus gammatolerans puede tolerar hasta 3 millones de rads. Para comparar, y saques tus propias cuentas, vaya la siguiente información, extraída de Atomic Bomb Museum.
Dosis estimada de rayos gama en el aire
- Hiroshima: 10,300 rads
- Nagasaki: 25,100 rads
Dos estimada de neutrones
- Hiroshima, 14,100 rads
- Nagasaki: 3,900 rads