Johan Bergendahl, alto ejecutivo de Ericsson, ha realizado la predicción de que el Wi-Fi tiene poca vida ya que caerá a manos de 3G y la banda ancha móvil. Bergehdahl realizo el catastrófico anuncio en una conferencia llevada a cabo en Estocolmo ¿Se termina el Wi-Fi?
Para basar su predicción, Bergendahl enunció el ejemplo de Austria, país en el cual este año la conectividad de banda ancha móvil superará a la banda ancha fija, o los casos de Dinamarca y Suecia, donde la anda ancha móvil cuesta tan poco como 16 euros mensuales.
Bergendahl fue más lejos, al afirmar que en poco tiempo los hotspots de los cafés serán tan obsoletos y anticuados como las cabinas telefónicas lo son en la actualidad.
Pero hay que analizar el mercado con detenimiento antes de correr rápidamente a comprar un módem 3G o HDSPA y tirar el Wi-Fi a la basura. En primer lugar, las declaraciones provienen de alguien cuyo principal interés es que las redes 3G dominen, puesto que tienen la infraestructura y son quienes ganan dinero ofreciendo conectividad a través de ellas.
Y cuando las cosas no marchan como uno espera, o cuando tal vez si lo hacen pero uno quiere apurar un poco las cosas, hacerse el gurú y predecir algo así puede servir como un catalizador para que la gente reaccione como uno quiere, y te sorprendería ver la cantidad de veces que esto sucede.
Más allá de que este sea el caso o no, las redes Wi-Fi son hoy demasiado populares y están demasiado integradas a nuestras vidas como para que vayan a desaparecer tan rápido. Y tambien tienen quien las defienda, no vayas a pensar. Fon, por ejemplo, la mayor red Wi-Fi mundial y gratuita, creada por el argentino Martin Varsavsky, y todos quienes invirtieron y siguen invirtiendo en ella.
Además, lo que popularizó en gran manera la conectividad Wi-Fi fue el hecho de que todas las portátiles comenzaran a traerlo de serie, algo que por ahora no sucede con la banda ancha móvil. Si las cosas llegaran a salir como dice Bergendahl, probablemente habría tanto tráfico a través de sus redes, ya sea de conectividad o de llamadas de voz, que colapsarían.
Por ello no me parece descabellado que ambas tecnologías puedan coexistir. Tampoco hay que olvidar el plan de Google para ofrecer conectividad a través del espectro de frecuencias que hoy ocupa la TV analógica, pronta a desaparecer en varios países.
De modo que, ya ves, propuestas hay muchas pero por ahora ninguna está logrando prevalecer, y todas tienen su fuerte. Así como unas líneas más arriba te decíamos que la conectividad Wi-Fi es más veloz que la banda ancha móvil, esta última es más segura, por lo que también tiene su fuerte.
¿Qué sucederá? Solo el tiempo lo dirá, pero en lo personal pienso que la tecnología Wi-Fi ya está muy instalada entre la gente, y llevaría muchos años lograr que desaparezca. Para ello todavía se debería lograr una penetración muy grande de la banda ancha móvil en países subdesarrollados, donde hoy el Wi-Fi goza de gran salud.
Y todavía hay que lograr mejorar la velocidad para poder competir con Wi-Fi, que supera varias veces a la conectividad promedio de banda ancha móvil, con costos también mucho menores, y mayores posibilidades de compartir conexión.