Doom es sin dudas uno de los padres del género FPS, y al mismo tiempo, uno de los primeros títulos que permitió el desarrollo de partidas con un alto nivel de competitividad. Con el paso de los años surgieron toda clase de mods y bots que nos ayudaron a pulir nuestras habilidades, pero ahora, el Doom se convirtió en el campo de entrenamiento para una inteligencia artificial creada por dos programadores de la Universidad Carnegie Mellon. La IA aún tiene mucho que aprender, sin embargo, debemos admitir que la puntería no es su debilidad…
Es uno de esos recuerdos que van a permanecer en mi cabeza hasta el último día de mi vida. Partidas de Doom multijugador conectando dos ordenadores con un endeble cable serial que no toleraba ni el simple hecho de respirar a su lado. Después pasamos a conexiones 10BASE2 usando cables RG-58 con terminales BNC… y fue la gloria. Además, todo esto sucedió bajo MS-DOS, cargando manualmente cosas al nivel de LSL e IPX para que los ordenadores se vieran entre sí. Luego llegó Windows, algunos detalles se volvieron más sencillos… y yo me hice viejo. Pero el legado de Doom permanece intacto, y debe estar en la lista de cualquier jugador que busque una experiencia retro. La última novedad relacionada con Doom lo presenta como un campo de entrenamiento para una inteligencia artificial que quiere aprender a jugar FPS, y destruir todo en su camino.
Esta inteligencia artificial se encuentra a cargo de Guillaume Lample y Devendra Singh Chaplot, dos programadores de la Universidad Carnegie Mellon. El mecanismo detrás de la IA es lo que sus creadores llaman «aprendizaje por refuerzo profundo», sumando puntos por desplazarse en el mapa, derrotar enemigos, y recoger ítems, mientras que los pierde cada vez que recibe daño o muere. El vídeo coloca a la inteligencia artificial en un enfrentamiento con una serie de bots que utilizan los recursos básicos del juego. Estos bots no son muy buenos combatiendo, ya que nunca reemplazan su armamento, pero la inteligencia artificial no cuida mucho su salud al principio. Después de morir un par de veces, detectamos un mayor movimiento para recoger medkits, sin disminuir su puntería. Cada vez que obtuvo la escopeta de doble caño, su precisión fue devastadora.
Quien desee ver más de cerca los detalles técnicos detrás del entrenamiento puede acceder al PDF publicado aquí, pero creo que los resultados hablan por sí solos. Las inteligencias artificiales tienen la capacidad de jugar sin pausas. No comen, no duermen, ni necesitan aguantar las ganas de ir al baño. Los programadores dicen que ya derrotó a algunos jugadores humanos. ¿Acaso veremos en el futuro una categoría especial de e-sports con inteligencias artificiales luchando entre ellas? El tiempo lo dirá.