Si eres de visitar sitios de tecnología y blogs de videojuegos, es posible que durante la semana pasada te hayas cruzado con titulares como “El juego en el que le tienes que gritar al PC para resolver un crimen“. Fue bastante viral, porque ciertamente la premisa es interesante. Ese juego en cuestión se llama Enhance.computer y o bien yo soy un tarado de proporciones épicas o es la mejor peor trolleada de la semana. No descartaría lo primero, eh.
La idea detrás de Enhance.computer es super interesante: se supone que estás controlando el software más avanzado de mejora de imágenes, que funciona con comandos de voz. El software está conectado a una inteligencia artificial que predice crímenes un minuto antes de suceder. Tu misión -entonces- es la de encontrar, en ese minuto, un código de cuatro letras que deberás ingresar en una casilla para ganar. Para encontrar ese código, claro, debes dar órdenes de voz al software super inteligente. Órdenes como enhance (mejorar), zoom in, move up, etc. Todo muy interesante, ¿verdad? ¡Claro que sí! El problema, como ya lo dije, es que o bien mi pronunciación es terrible o este juego es uno de los mejores trolleos del año. Mira, aquí estoy yo intentando jugar.
Como habrás visto, hice todo lo posible para que el juego me reconociera, al menos, UNA SOLA orden de voz. Pero nada. ¿Soy demasiado idiota como para controlar un software tan avanzando? ¿Es mi pronunciación tan horrible? Puede ser, puede ser. Y es que al principio iba a escribir una recomendación sobre el juego, no una crítica. Pero al intentarlo muchas veces más de las que se pueden ver en el vídeo, me di cuenta que no era algo que pudiera recomendar.
Entonces, el balón queda de tu lado de la cancha, amigo lector. Entra al sitio del juego haciendo clic aquí, pruebalo y cuéntame tu experiencia. Repito: si toda la web ha dicho que es un buen juego, es muy probable que yo sea muy tonto. Tú dirás. ¡Deja un comentario!
ACTUALIZACIÓN: Me confirman en los comentarios que el idiota soy yo y que el juego funciona a la perfección. Me lo temía, pero quise confimarlo. ¡Gracias por dejarme en evidencia, Internet! 😉
