Los científicos no caben de gozo ante el hallazgo de una exoplaneta que se parece mucho a nuestro planeta en cuanto al tamaño. Ha sido encontrado en un sistema no demasiado lejano llamado Gliese 581, que se ubica apenas a 20 años luz de nosotros. Su masa es sólo 1.9 veces la de la Tierra, lo que le convierte en el planeta exterior más liviano de todos los descubiertos hasta ahora.
Los astrónomos se hallan embarcados en una frenética carrera por encontrar un planeta gemelo a la Tierra. No escatiman en medios materiales ni humanos con tal de perseguir el sueño de encontrar pronto un hermano de nuestra bola azul. Y esta loca competición empieza a dar sus frutos con el fascinante hallazgo de un planeta que se parece bastante al nuestro en cuanto al tamaño se refiere. Lo han confirmado los especialistas de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO). El sistema donde ha sido hallado se encuentra a sólo 20.5 años luz, en la constelación de Libra y se conoce como Gliese 581, formado por una estrella roja y varios planetas. Para lograr este hallazgo, los astrónomos han utilizado el espectrógrafo HARPS, instalado en el telescopio de 3,6 metros del observatorio La Silla, en Chile. "Se trata hasta el momento del planeta más pequeño que ha sido detectado", confirmó el responsable del equipo que ha realizado este descubrimiento, Michel Mayor, del Observatorio de Ginebra, Suiza. Se le conoce como Gliese 581 E y orbita demasiado cerca de su estrella (apenas tarda 3.15 días en darle la vuelta mientras que nuestra Tierra ocupa 12 meses) por tanto el calor es excesivo para permitir la presencia de vida. Sin embargo, dijo Mayor, su descubrimiento en un sistema solar tan cercano al nuestro es un "buen ejemplo de que estamos progresando en la detección de planetas similares a la Tierra”.
¿Por qué se considera un hallazgo tan importante el hecho de que sea el planeta más pequeño encontrado fuera del sistema solar? Simplemente porque los planetas grandes suelen estar hechos de gas, por tanto, poco probables para confirmarse como sistemas favorecedores de la vida. Los planetas pequeños suelen ser rocosos y sólidos, como el nuestro, y eso conforma una base de probabilidad bastante más lógica a la hora de posibilitar la vida. La inmensa mayoría de exoplanetas que se han observado tienen un tamaño parecido al de Júpiter o Saturno.
Además del descubrimiento del Gliese 581 E, aunque tiene un tamaño adecuado y se halla demasiado cerca de su estrella como para permitir la vida, los científicos de la ESO han logrado captar la órbita de otro planeta del sistema, llamado Gliese 581 D, que se encuentra justo en lo que llaman “zona habitable”. No recibe ni demasiado calor ni demasiado frío y presenta un perfil probable para contener agua líquida. Gliese 581 D fue descubierto en 2007 pero ha sido ahora cuando los científicos han confirmado su órbita en "zona habitable". Tarda 66,8 días en realizar una órbita completa pero "Gliese 581 D es, probablemente, demasiado masivo como para estar hecho sólo de material rocoso, pero creemos que se trata de un mundo helado que puede haber migrado hasta una zona más cercana a la estrella, de hecho, se ha convertido en el primer planeta extrasolar candidato a ser un "mundo acuático", asegura Stephane Udry, uno de los miembros del equipo de investigación dirigido por Mayor. "Cada vez que observamos más y más planetas emerger del universo, es muy posible que vamos al final a detectar un planeta similar a la tierra", afirmó Gaspare Lo Curto, otro astrónomo del equipo de la ESO. "Ahora tenemos nuevos instrumentos para detectar planetas muy pequeños muy parecidos al nuestro", apoyó Mayor. "Es sólo un paso más en la búsqueda de un hermano gemelo de la Tierra", concluye.
Recientemente, y animados por la fiebre de encontrar una segunda Tierra, la Agencia Estadounidense del Espacio (NASA) puso en órbita su telescopio Kepler. La NASA asegura que la misión Kepler tiene la capacidad "de detectar realmente planetas análogos a la Tierra orbitando estrellas similares a nuestro Sol en una zona habitable". Entretanto, los investigadores espaciales europeos han apostado por desarrollar el proyecto del E-ELT (Telescopio Europeo Extremadamente Grande), que alcanzará los 42 metros de diámetro. En opinión de Michel Mayor, el reto en los años venideros es encontrar esos planetas y "me siento muy confiado de que en uno o dos años hallaremos uno con la misma masa de la Tierra", apostilló. A día de hoy, se han detectado unos 350 exoplanetas, pero están demasiado cerca o demasiado lejos de su sol como para propiciar unas condiciones favorables para la vida. Las cifras de los descubrimientos muestran un fuerte aumento de las estrellas con planetas extrasolares a su alrededor, que han pasado del 8 % al 30 %, debido a la mejora en los instrumentos de observación.
Esto parece haber sido un aperitivo de lo que nos espera con respecto a la búsqueda planetas hermanos que compartan las características de nuestra querida Tierra. Aunque ninguno de los dos exoplanetas parece ser el perfecto gemelo, al menos apuntan a que existen muchísimos otros candidatos ahí fuera listos para ser descubiertos y darnos una alegría. A lo mejor ahora mismo tenemos apuntando hacia nosotros un satélite extraterrestre y un equivalente sideral a Neoteo acaba de publicar la noticia de que han hallado un planeta azul similar al suyo ¡Sonrían para la foto!