Una nueva especie de homínido ha sido hallada en una comarca catalana. Representa un nuevo hito científico porque prueba que los primeros antecesores del ser humano evolucionaron en la zona mediterránea. Este primate se parece mucho al género “homo” pero representa por sí solo un género nuevo entre los homínidos. Este hallazgo añade un nuevo ladrillo a la teoría de la evolución y explica con acierto las posibles variantes en el desarrollo de los homínidos hasta llegar al hombre.
Le han bautizado como Lluc (“el que ilumina”, en latín) y se le considera un antecesor común de los primates actuales, incluido el hombre. Vivió en España hace casi 12 millones de años. Los investigadores que lo han hallado pertenecen al Instituto Catalán de Paleontología, y están dirigidos por el experto Salvador Moyà Solà. Este fósil sido desenterrado concretamente en Barcelona, en la comarca de l’Anoia. Los restos de su cara y mandíbula se encontraban bajo la tierra del yacimiento de Els Hostalets, un lugar muy prolífico en descubrimientos pues allí encontraron también a Pau, (Pierolapithecus catalaunicus), otro primate muy primitivo que puede considerarse una rama hermana a la de Lluc y que había dejado muchos interrogantes abiertos. "Es un área muy arcillosa y enseguida se encontraron fósiles fantástico de vertebrados del Mioceno. Ahora hay más de 15 yacimientos diferentes con restos de primates y en la mitad de ellos también hay de hominoides. En seis años, hemos sacado unos 40.000 fósiles", comenta Salvador Moyà-Solà. El nombre científico que han otorgado al primate catalán (Anoiapithecus brevirostris) trata de condensar las características más importantes de esta nueva especie: rostro muy plano y parecido al humano.
Para Moyà Solà, el nuevo primate "representa un avance fundamental en el origen de nuestra familia con un buen candidato a ancestro, ya que su morfología facial es una transición entre la de los primates primitivos y la familia de los homínidos". El hecho de que este mono posea un rostro casi tan plano como el humano “no quiere decir que tenga una relación directa con nosotros, sino que podría ser un caso de convergencia evolutiva", argumenta el experto. Sin embargo, el hallazgo de esta nueva especie pone de manifiesto un nuevo apoyo a la hipótesis de los Keniapitecinos y ayuda a aclarar cuestiones clave sobre el desarrollo de la familia homínida. Según las investigaciones paleontológicas “hace 15 millones de años hubo una migración desde África de hominoides primitivos que provenían de los afropitecinos. Eran los Keniapitecinos y los Griophopithecus, que colonizaron el Mediterráneo, donde se cambió su morfología" , comenta el experto. “Fue como una explosión de formas que se fue extendiendo como una balsa de aceite por una zona que era bosque tropical y en la que no había grandes simios. Enseguida ocuparon ese nicho". Y concluye rotundo “El mediterráneo podría haber sido el crisol donde se “cocinó” el diseño moderno de oranguntanes, chimpancés, gorilas y humanos”.
El análisis exhaustivo de los restos de Lluc, confirman que se trata de una especie en transición. Lo demuestran rasgos que pertenecen a los homínidos (nariz ancha, el rostro plano y el paladar profundo) a la vez que posee también atributos de primates muy antiguos (esmalte dental grueso y la mandíbula robusta). Además, añadían otras características que solo comparte con los Keniapithecus (la columna más vertical). Por todo esto, los autores apoyan la hipótesis de que este nuevo género representado por Lluc y los Griphopithecus son dos posibles antepasados de los homínidos. El trabajo de Moyá ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) aunque ya consiguieron hacerlo en Science, con el anterior gran hallazgo, Pau, un primate de hace 11,8 millones de años, que se presentó como el último antepasado común de todos los grandes primates, incluidos los humanos. Para que luego digan algunos que el hombre proviene de Adán (y de Eva, por supuesto).
