Sin lugar a dudas, es una de las peores noticias que una familia puede recibir: Su hijo pequeño, extraviado en un amplio y complejo territorio, con temperaturas bajo cero. Eso fue exactamente lo que le sucedió al pequeño Ethan Haus de seis años. Ethan se perdió mientras jugaba con su perro Remmie, y apenas quedó confirmada su desaparición, la comunidad de Sherburne County reunió más de 600 voluntarios para su búsqueda. La historia tiene un final feliz, y parte del mérito corresponde a Steve Fines, especialista en fotografía con drones e imágenes térmicas. Su equipo y su estrecha colaboración con los voluntarios permitieron el regreso de Ethan y Remmie a casa.
Es cierto que aún se cuestiona el rol de los drones, pero no podemos negar su utilidad en el momento y el lugar correctos. Dejemos a un lado las entregas a domicilio y otros experimentos. A la hora de enfrentar una emergencia o desplegar un operativo de rescate, el dron puede ser una herramienta vital para colocar «ojos en el aire» y coordinar esfuerzos en tierra. Un ejemplo contundente proviene de Sherburne County, en el estado de Minnesota. Este condado que no supera los 100 mil habitantes entró en crisis con la desaparición de Ethan Haus, un pequeño de seis años.
Ethan había regresado de la escuela, pero se fue a jugar con Remmie, su leal Brittany Spaniel de ocho años, y ambos se perdieron. Rápidamente las autoridades organizaron una búsqueda masiva en la zona, logrando la participación de 600 voluntarios, todos ellos dispuestos a enfrentar un terreno adverso y temperaturas bajo cero para localizar al joven y su perro. Uno de los voluntarios fue Steve Fines, de la compañía Fines Aerial Imaging. Steve se especializa en fotografía con drones, pero también sumó un poderoso recurso a la búsqueda: Una cámara infrarroja.
Con el reloj acercándose a las dos de la mañana (la búsqueda ya llevaba diez horas) Fines usó la información que recibió de los voluntarios en tierra (quienes habían encontrado una huella compatible), para fijar una dirección con el drone. Fines detectó a Ethan y Remmie dentro de un campo de maíz a dos kilómetros y medio de su casa. El fotógrafo indicó la ubicación de ambos a las autoridades, y lograron extraerlos de allí a los pocos minutos, sanos y salvos.
Fines insiste en que su intervención con el dron fue sólo una pequeña parte dentro de un impresionante trabajo en equipo, pero al mismo tiempo, las autoridades reconocen que sin su experiencia y sin la cámara infrarroja, Ethan y su perro podrían haber pasado muchas horas extra en ese campo. Es más, ya están considerando la adquisición de un hardware similar, en caso de que una situación así se repita.
Fuente: PetaPixel