General Motors está trabajando en un vehículo conceptual que podría ser la solución a los problemas de tráfico que convierten a los grandes núcleos urbanos en una pesadilla. El EN-V, de dos plazas, es un medio de transporte completamente diferente a los grandes coches que utilizamos hoy en día. Pesa menos de 500 kg y se impulsa mediante por dos motores eléctricos -uno en cada rueda- que también se encargan del frenado. Un carga completa de sus baterías le permiten recorrer unos 50 kilómetros. ¿Se trata del vehículo urbano del futuro, o de otro gran fracaso comercial?
La estadounidense General Motors, junto al Shangai Automotive Industry Corp. Group (SAIC), está desarrollando un nuevo vehículo eléctrico destinado a los centros urbanos que -esperan- permita acabar con los congestionamientos de tránsito que padecen los residentes de las grandes ciudades. Se trata el EN-V (Electric Networked-Vehicle), un “coche” de dos ruedas y dos plazas, en el que la eficiencia energética y el aprovechamiento del espacio son el centro del diseño.
Los analistas de GM calculan que para el año 2030 más del 60 por ciento de los 8 mil millones de habitantes que tendrá el planeta vivirán en grandes ciudades. Esto hará que los problemas de tránsito actuales parezcan ridículos, y por eso se ha puesto a trabajar en este pequeño vehículo, que con sus escasos 150 centímetros de largo ocupa la quinta parte del espacio que requiere un automóvil convencional.
El EN-V es, por donde se lo mire, un medio de transporte completamente diferente a los grandes y voraces coches que utilizamos hoy en día. Pesa menos de 500 kg y se impulsa mediante por dos motores eléctricos -uno en cada rueda- que también se encargan del frenado. Un carga completa de sus baterías de iones de litio le permiten recorrer unos 40 o 50 kilómetros. La recarga se efectúa desde un enchufe doméstico, pero es lo suficientemente inteligente como para comunicarse con la red eléctrica pública y determinar el mejor momento para la recarga en función del consumo de la ciudad, protegiendo la infraestructura eléctrica.
Hay tres modelos EN-V disponibles en la actualidad: Jiao, Xiao y Miao. En realidad, General Motors ha estado trabajando en este tipo de vehículos eléctricos personales desde hace bastante tiempo. Sus voceros, hace meses, habían revelado que se encontraban trabajando junto con Segway en un coche de dos plazas diseñados también para el tráfico urbano llamado PUMA. Aunque este vehículo nunca se materializó, parece que al menos ha servido para inspirar el EN-V. Entre las características del concepto de GM se destacan la posibilidad de realizar aparcamientos de forma automática, la detección inteligente de colisiones, la posibilidad de que gracias a su GPS realice recorridos sin necesidad de utilizar el volante y el acceso a las redes sociales desde su pantalla mientras viajas. También podrás utilizar tu teléfono inteligente para enviar una clave de acceso que te permita abrir la puerta. Pero ¿Se trata del vehículo urbano del futuro, o de otro gran fracaso comercial?
La idea de un vehículo que se desplaza haciendo equilibrio sobre dos ruedas paralelas no es nueva. Muchos recordarán la expectativa que había despertado el lanzamiento del Segway y las perspectivas de sus creadores sobre como iban a revolucionar el tránsito urbano. Sin embargo, jamás llegaron a las 50.000 unidades que la compañía había esperado vender en el primer año: 21 meses después de su lanzamiento sólo se habían vendido 6.000. ¿Tendrá más éxito el EN-V? Puede ser. Si tenemos en cuenta que GM espera ponerlo a la venta dentro de 20 años, y que el precio de los combustibles fósiles habrá aumentado considerablemente, es posible que un pequeño coche eléctrico pueda aspirar a convertirse en un éxito comercial.
Quizás no haga falta complicar su diseño con solo dos ruedas -agregando una tercera rueda se elimina la necesidad de giróscopos y gran parte de su complejidad- y se pueda diseñar un coche pequeño, limpio, barato e inteligente por poco dinero. Si posee esas características, seguramente veremos muchos de ellos en las calles. Si no, es muy posible que acompañe a sus abuelitos Segway en los museos de robots. ¿No te parece?