Altos dirigentes de las fuerzas policiales Australianas están preocupados por el futuro. Alegan que las nuevas tecnologías, como la robótica o la clonación pueden hacer imposible su tarea de mantener las ciudades a salvo de los criminales.
Si, es cierto, suena a argumento de un comic barato: un científico loco, dispuesto a conquistar el mundo, siembra el terror en la ciudad con sus robots malvados. Sin embargo, la policía de Australia se lo toma muy en serio.
Según trascendió, Mick Keelty, un funcionario de seguridad Australiano advirtió que los adelantos que se estan produciendo en muchas tecnologias de punta pueden hacer que los delincuentes ganen la batalla. Según Keelty, en la actualidad algunos crímenes de alta tecnología, como el pishing o el spam son tremendamente complicados de evitar o resolver, y solo son una muestra de lo que nos puede deparar el futuro
Tambien se refirió a las investigaciones de algunos países respecto de la clonación de mamíferos, y de la integración de componentes biónicos en personas que han sufrido la amputación de algún miembro o que tienen alguna dificultad visual o auditiva. Keelty cree que la unión de todas estas tecnologías puede producir un cyber-criminal con poderes fuera de lo normal, que sea imposible de atrapar por la policía.
En realidad, se trata de un temor que tiene fundamento, ya que los avances que menciona realmente se están produciendo, y seguramente tarde o temprano alguien utilizará alguna de esas tecnologías para cometer un crimen. Sin embargo, lo mismo podría haberse dicho en el momento en que se inventaron las armas de fuego, los chalecos antibalas o los autos blindados: un criminal con esas tecnologías sería difícil de atrapar. El hecho que se le escapa a Keelty es que las fuerzas policiales también tendrán esos avances a su alcance, por lo que seguramente el “equilibrio de fuerzas” entre policías y criminales se mantendrá.
Está bien: Terminator estaba en el bando de los malos. ¡Pero no olvidemos que Robocop era parte de los buenos! La rebelión robótica de la que hemos hablado alguna vez seguramente no se producirá mañana, y tampoco será a causa de un ladrón de bancos de alta tecnología.