Emulando QWOP en la vida real: El juego imposible, con electrodos conectados a los miembros

El QWOP es absurdo, frustrante, y por alguna extraña razón, muy adictivo. Controlar los músculos del corredor presenta a los jugadores un desafío enorme, y con el paso del tiempo hemos visto a un puñado de héroes terminarlo. Ahora… ¿sería posible reproducir al QWOP en la vida real? El canal The Hacksmith decidió responder a esa pregunta, y el resultado es un sistema que combina hardware Arduino, dos baterías de 24 voltios, y muchos electrodos.

Como todo juego basado en Flash, el QWOP tuvo su pico de popularidad y luego se «normalizó» por así decirlo, sin embargo, nunca abandonó la escena del todo. Aún encontramos cosas como memes y vídeos, pero alguien hizo una pregunta muy extraña: ¿Qué tan viable es reproducir al QWOP en la vida real? Calculo que la mayoría de nuestros lectores ya conocen su mecánica de juego. Controlar los músculos del corredor es casi una pesadilla, y a menos que haya mucha práctica de por medio, sólo avanzará unos pocos centímetros. Claro que, eso no impidió al canal The Hacksmith en YouTube desarrollar un improvisado sistema basado en electrodos (mejor dicho, terapia de electrochoques), y enviar un poco de electricidad a quien sirvió como conejillo de indias…

En esencia, el circuito está compuesto por un controlador Arduino (la versión Nano o un clon directo debería funcionar), que interpreta las señales provenientes de un teclado USB con la ayuda de un shield compatible, y controla cuatro o cinco MOSFETs (el vídeo muestra cuatro, la página oficial cinco), que a su vez regulan la energía enviada a los electrodos. El sistema es portátil, y utiliza dos baterías de 24 voltios. En teoría, el máximo es de 48 voltios, pero The Hacksmith recomienda no superar los 24v, porque la experiencia ya es lo suficientemente dolorosa de ese modo.

Y no, no hay mucha coordinación que digamos en el corredor. De hecho, se pasa una buena parte de la sesión en el piso, retorcido del dolor. Esto me hace recordar a cierto partido de fútbol con electrochoques. Una tortura para los jugadores, pero no podemos evitar la risa, y algo similar sucede aquí.