¿Quien no ha utilizado algunas vez un emulador para revivir la experiencia de jugar su retrojuego favorito? El Multiple Classic Computer promete llevar la experiencia de revivir los juegos del pasado un nuevo nivel, realizando una emulación de viejas plataformas utilizando hardware en lugar de software. Este dispositivo, que cuesta menos de 150 euros, puede ejecutar programas de tres máquinas diferentes: la consola Atari 2600 y los ordenadores Commodore 64 y Commodore Amiga ¿No es fantástico?
Casi todos los emuladores que conocemos no son otra cosa que un software capaz de “simular” el hardware de un equipo con menor potencia con la suficiente fidelidad como para que los programas escritos para la vieja máquina puedan ejecutarse en la nueva. Este enfoque ha dado buenos resultados, y es muy fácil encontrar en la red emuladores de casi todo: desde las viejas consolas de vídeo hasta el ordenador que hizo posible el viaje del hombre a la Luna. Sin embargo, este enfoque no es el único posible. Existe otra alternativa, mucho más interesante, que es recrear la máquina original mediante hardware. Y esto es exactamente lo que hace el Multiple Classic Computer que ha diseñado y fabricado Arcade Retrogaming.
Siguiendo el camino trazado por muchos de los emuladores basados en software, como MAME o MESS, que pueden “simular” las tripas de varias máquinas diferentes, el Multiple Classic Computer puede emular tres equipos muy distintos entre si. En primer lugar, es capaz de correr los programas escritos originalmente para la consola Atari 2600, un verdadero clásico de los videojuegos familiares. En cuanto a los ordenadores hogareños que puede emular, el primero de ellos es el mítico Commodore 64, una de las máquinas más vendidas de la historia y para la que existen decenas de miles de programas. Por último, la cereza del postre es la emulación de un Commodore Amiga, quizás la más potente computadora personal que uno podía comprar para jugar en casa. Todo eso se encuentra dentro de una pequeña caja plástica a la que podemos enchufar un par de joystick, un aparato de TV y comenzar a disfrutar de la acción.
Los programas a emular deben ser provistos por el usuario, ya que al igual que ocurre con los emuladores clásicos existe el problema de la “legalidad” de las ROMs necesarias para que todo funcione. Como es obvio, para que el juego pueda ser emulado se necesita una imagen de la ROM que solo en algunos casos han sido “liberadas” por sus creadores. Muchos usuarios se animan a utilizar un buscador como Google para ubicar las imágenes que necesitan, pero este método no es legal. Como sea, una vez obtenidas las ROMs en cuestión basta con copiarlas a una tarjeta de memoria tipo SD, instalarla en el Multiple Classic Computer y ya estamos listos para jugar.
Como puede verse, se trata de una muy buena idea, a un costo más que razonable (solo hay que recordar lo que costaba un Amiga cuando fue lanzado al público) y que nos proporcionará miles de horas de diversión y nostalgia. Las emulaciones están muy bien logradas, y es fácil olvidar que en realidad uno no está usando un Amiga de verdad. La “versión” de este ordenador que emula el Multiple Classic Computer es el Amiga 500 dotado de un Motorola 68000 corriendo a 7 MHz. Por supuesto, si quitas la tapa de este aparato no encontraras en su interior ni este microprocesador, ni un MOS6510 ni un sintetizador SID6581: todo ha sido reemplazado por un versátil Field Programmable Gate Array (FPGA), semejante a los utilizados para emular otros juegos de 8 bits. Solo resta esperar que esta iniciativa tenga el éxito que se merece y pronto podamos encontrar este dispositivo en una tienda cercana a casa.