La primera en crear embriones híbridos fue la Dra. Hui Zhen Sheng (fusionando células humanas con óvulos de conejos) y ahora, en la Universidad de Newcastle (Inglaterra), lograron fusionar ADN humano con un óvulo de vaca, dando origen a un embrión que vivió tres días.
En el 2007, la Universidad de Newcastle obtuvo la licencia para conducir esta investigación de la Autoridad en Fertilización y Embriología (la misma estipula que los embriones no deben vivir más de 14 días) y finalmente han logrado que el embrión viva un tiempo considerable. A partir de ahora, el futuro de la experimentación está en manos del Parlamento Británico, que debatirá el curso de la investigación el mes próximo.
El objetivo de la investigación es lograr desarrollar embriones que produzcan células madre ilimitadas para el desarrollo de terapias contra enfermedades como el Alzheimer, mal de Parkinson y daño en la espina dorsal. Este objetivo es la principal razón por la que los científicos piden la aprobación de la clonación terapéutica. Pero hasta que se decida el futuro de la clonación humana, los investigadores buscan la manera de saltear los obstáculos. El embrión humano-vacuno es un 99% humano (casi todo el material genético del óvulo de la vaca fue removido) pero aún no es seguro para tratar pacientes humanos. Sin embargo, muchos científicos coinciden que de lograr desarrollar embriones híbridos que sobrevivan el tiempo suficiente, los mismos ayudarían a acelerar la investigación para lograr terapias efectivas contra enfermedades humanas.
Como es de esperar, la creación de este embrión humano-vacuno no carece de controversia. La Iglesia Católica de Gran Bretaña caratuló estas creaciones como "monstruosas", pues un embrión casi humano está siendo creado y luego destruido. De cierta manera la oposición tiene las mismas bases que se encuentran frente a la clonación terapéutica, aunque agregan el argumento de que nadie sabe que saldría de estos embriones (aún cuando la investigación no planea desarrollarlos más allá de los 14 días de vida). Para los opositores crear vida no tiene diferenciación entre clones humanos o embriones híbridos. Aún cuando este tipo de investigación pueda ayudar a tantas vidas disminuidas por enfermedades sin un tratamiento efectivo.