Enviar un correo electrónico puede revelar mucho sobre tí, pero lo mismo se aplica al momento de recibirlo. Los proveedores hacen todo lo posible para filtrar mecanismos que podrían disparar diferentes comportamientos maliciosos a través un correo, pero si quieres tener una idea un poco más sólida del riesgo, todo lo que debes hacer es “enviarte” un e-mail con el servicio Email Privacy Tester.
Lo lamento mucho por el amigo Mark cuando anticipó el fin del correo electrónico, pero yo lo sigo necesitando como si fuera el primer día. Podrá ser formal, frío, e incluso molesto con la ola de spam que recibo todos los días (el hackeo de eBay causó un importante aumento), sin embargo, a la hora de enviar, recibir y organizar trabajo, es imbatible. Ahora, si es una herramienta tan crítica, ¿cómo responde su seguridad? La verdad es que no muy bien. A pesar de las conexiones cifradas y las largas contraseñas, en estos días no es tan difícil comprometer a una cuenta de correo, o una parte de su contenido. La idea de un correo electrónico diseñado para obtener algo “extra” del usuario, o cargar un visitante indeseado en el ordenador parece poco práctica, pero ha demostrado ser muy efectiva.
¿Quieres saber cuánta información puedes transmitir con sólo abrir un correo? El servicio Email Privacy Tester te ayuda a visualizar eso. Al visitar su página oficial, te “envías” un correo a tí mismo, y esperas. Cuando el correo llega a tu casilla (existe la posibilidad de que termine en la carpeta de spam, lo cual no está mal que digamos) verás un mensaje formal que explica el procedimiento, y algunos archivos adjuntos. De regreso a la página de Email Privacy Tester, es posible observar toda la información que el servicio ha obtenido de ti, incluyendo el navegador que usas, pero eso no es todo. También presenta una serie de pruebas que cambiarán de gris a rojo, revelando qué tan vulnerable podría llegar a ser tu correo en teoría.
Si tienes dudas sobre colocar tu dirección de correo en Email Privacy Tester (bien pensado, por cierto) no debes preocuparte: El código del servicio está disponible en GitHub, y cualquiera puede estudiarlo más de cerca. Si los resultados no son buenos, tal vez deberías considerar un cambio de correo, o al menos de cliente si usas un software externo. Aún así, Email Privacy Tester puede ayudar hasta cierto punto. No olvides que tú eres la primera línea de defensa. Si ves algo sospechoso en tu casilla, bórralo. Es preferible perder una oportunidad, que invitar al desastre.
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