Como habíamos anticipado, en el día se ayer se realizó el evento que tenía como fin determinar si alguna de las seis inteligencias artificiales bajo prueba era capaz de engañar a los interrogadores humanos. Dicha prueba formaba parte de la edición número 18 del Premio Loebner y, por ahora, podemos dormir tranquilos: seguimos siendo los únicos capaces de engañar a un humano.
La competencia de Inteligencia Artificial de la Universidad de Reading, realizada el 12 de octubre, fue un evento muy importante. Se quiso determinar qué tan cerca de imitar la comunicación humana se encuentran nuestras máquinas. Recordemos que, como parte de la edición número 18 del Premio Loebner, seis inteligencias artificiales intentarían engañar a voluntarios humanos, “conversando” con ellos a través de un chat. Si los humanos eran incapaces de determinar si conversaban con una maquina u otro humano, su interlocutor artificial habría pasado el Test de Turing.
Uno de los organizadores de la prueba, el profesor de la Escuela de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Reading, Kevin Warwick, refiriéndose a la competencia, dijo: “Este ha sido un día muy emocionante, con dos máquinas muy cerca de pasar el Test de Turing por primera vez. En la sede de la competencia hemos querido elevar el listón en Inteligencia Artificial y, aunque las máquinas aún no son lo suficientemente buenas como para engañar a todos, todo el tiempo, sin dudas ya son capaces de engañar a algunas personas en algunas situaciones.”
Si bien ninguna de las IA pudo engañar a la totalidad de sus interrogadores, el programa Elbot, creado por Fred Roberts, pudo hacer creer a uno de sus interlocutores que estaba chateando con otro humano. En cuanto al resto de los programas, si bien no pudieron hacerse pasar por seres humanos de forma totalmente convincente, fueron calificados con puntajes de entre 80 y 90 puntos (sobre 100).
Esto demuestra que las máquinas están cerca de llegar a alcanzar el punto en que la comunicación con nosotros se desarrolle de una forma cómoda y natural. Según Kevin, “estamos cerca del inicio de una nueva etapa en nuestra relación con las máquinas, cerca el momento en el que los robots comiencen a desempeñar un papel activo en nuestra vida cotidiana.”
El programa Elbot fue elegido como el mejor equipo y se alzó con los 3000 dólares del Premio Loebner de Bronce.