¿Se acuerdan de Roadrunner? Se trata de aquel monstruo que IBM construyó para el Laboratorio Nacional de Los Alamos, bajo el ala del Departamento de Energía. Este superordenador, además de superar la barrera del petaflop de procesamiento, logró quedarse en varias ocasiones con el primer puesto de la lista Top500. Sin embargo, casi cinco años después de su puesta en marcha, Roadrunner fue declarado obsoleto, y retirado del servicio. ¿La razón principal? Nada menos que su eficiencia energética.
Ciertamente se trata del destino que tiene todo superordenador. La velocidad con la que se desarrollan nuevos componentes, más rápidos y eficientes que los originales, hace que en algunos casos sea posible someter a un superordenador a rondas de actualización, pero en otros, resulta más viable hacer uno nuevo desde cero. El IBM Roadrunner logró en varias oportunidades llamar la atención de la prensa especializada, no sólo por haber pulverizado la barrera del petaflop, sino por haberse quedado con el primer puesto de la lista Top500 un total de tres veces (junio de 2008, noviembre de 2008 y junio de 2009). De acuerdo al último update del Top500, Roadrunner todavía se encuentra entre los primeros 25 superordenadores más rápidos del planeta, pero ya no más: En el día de ayer, Roadrunner fue retirado.
De acuerdo al anuncio oficial hecho por el Laboratorio Nacional de Los Alamos, la razón detrás del retiro de Roadrunner es su eficiencia energética, o mejor dicho, su falta. En la última medición, Roadrunner registró un consumo de 2.345 kilovatios a cambio de un rendimiento que apenas estaba por encima del petaflop. Estos números le dan a Roadrunner el puesto 22 en el Top500 (nada despreciable en mi opinión), pero en comparación, el sistema DiRAC de la Universidad de Edimburgo (puesto 23 del Top500) puede ofrecer un rendimiento similar con un consumo casi cinco veces menor. Dicho de otra forma, el laboratorio considera que pagar la boleta de electricidad para Roadrunner ya no tiene sentido.
El IBM Roadrunner fue sorprendente por su costo (estimado en 122 millones de dólares), pero también por su inusual arquitectura híbrida. Roadrunner está formado por una serie de 12.960 procesadores IBM PowerXCell 8i, versiones más avanzadas de los que se pueden encontrar en la PlayStation 3, y por 6.480 procesadores AMD Opteron. El “retiro físico” del superordenador Roadrunner tomará cerca de un mes, ya que los científicos tendrán la oportunidad de realizar experimentos de compresión de memoria en sistemas operativos, y otras optimizaciones. Por ahora, el laboratorio utilizará a “Cielo”, otro superordenador dentro de los primeros veinte lugares del Top500. Técnicamente no es más eficiente que Roadrunner, pero es más rápido, costó menos de la mitad (54 millones), y ocupa mucho menos espacio, haciendo más sencillo y económico su mantenimiento.