Parece una de esas frases publicitarias de un producto que quiere caerle un poco peor a los consumidores al participar de lo cool y políticamente correcto que es lo ecológico, pero la verdad es que es el resultado de un estudio científico publicado en la IOP Science. Allí se explica que las emisiones de productos nocivos para el medio ambiente y el consumo de energía que requieren los DVD son mayores a las necesarias para el streaming de vídeo.
Mientras la industria del cine y la televisión realizan una lenta y resistida transición hacia la provisión de contenido a través de streaming, los DVDs quedan relegados al estante, como testigos canosos de una época que ya está enterrándose a seis metros bajo tierra. Con el formato físico comenzando su retirada, los científicos Arman Shehabi, Ben Walker y Eric Masanet de la Universidad de Berkley se pusieron a investigar cuáles eran las consecuencias para el medio ambiente de las dos tecnologías que están todavía vigentes en la actualidad. El tema ecológico no suele ser una referencia para evaluar los beneficios de una tecnología sobre otra en el entretenimiento, pues esta es una industria poco elástica ante las cuestiones sociales. A la industria le sirve lo que da más rentabilidad y nada más, pero justamente por eso nos pareció curiosa la inquietud sobre el medio ambiente y el streaming de video.
Titulando su paper como las implicaciones energéticas y de emisión de gases de efecto invernadero del streaming de vídeo a través de internet en los Estados Unidos, los autores encontrar que las emisiones y los consumos de energía para la reproducción de los DVD era más alta que para el streaming de vídeo. Por lo tanto, desechar los discos ópticos podría ser la decisión más ecológicamente responsable posible, más allá de las otras razones principales que pueda tener la industria o los usuarios.
Tomando datos desde 2011 en adelante, los investigadores encontraron que podían cuantificar la contaminación verificando la cadena de valor y de transporte de los DVD. Se cuenta en el estudio cómo el traslado de las toneladas de DVD de las distribuidoras a los locales también influye en el cociente de contaminación final aproximado. Luego de ser mezclado por los resultados que dieron los test de eficiencia energética de reproductores de DVD, ordenadores y consolas, los investigadores establecieron en 58 gramos la cantidad de CO2 emitido por los más de 1.2 mil millones de DVD que fueron comprados o rentados en 2011. En el paper se indica también que el gasto energético que requirió reproducir estos DVD fue de 1.5 MJ o 0.41 Kwh.
Para el cálculo del impacto de los vídeos en streaming se tomaron el almacenamiento en servidores y todos los equipos de transmisión, incluyendo routers, cables, dispositivos de reproducción y televisores. También se tuvo en cuenta a los data centers, pero tomándolos como proveedores de energía bajo demanda. El estudio indicó que para el streaming de vídeo de 3.2 mil millones de horas y 26.2 petabits en 2011 se utilizaron 1.400 servidores con un gasto de energía cercano a los 300 watts por servidores. El estudio sugiere que un mercado completamente orientado al streaming de video le ahorraría más de 2 mil millones de kilogramos de CO2 a la atmósfera luego de 20.4 mil millones de horas de contenido. El ahorro de energía sería de alrededor de 30 petajulios, lo que es equivalente a 760.000 toneladas de petróleo. Obviamente, el estudio es más extenso y detallado en el paper, así que puedes profundizar sobre el mismo en el enlace a pie de página.
