Luego de un par de años con muy pocas manchas solares, y con aún menos erupciones, el Sol finalmente está comenzando a dar señales de vida otra vez. Es que la actividad solar mezcla periodos de relativa tranquilidad con otros llenos de furiosas manifestaciones de poder. Los especialistas creen que finalmente la calma ha pasado y se viene la tormenta. Y eso es bueno, no quisiéramos que nuestra Astro Rey descansara "para siempre".
Los científicos de la NASA han detectado recientemente manchas solares pertenecientes al nuevo ciclo del Sol, que comenzó “oficialmente” el pasado mes de Enero. En Septiembre se tuvieron los primeros informes de que el Sol estaba despertando, luego de un período de calma, cuyo estado de mínima actividad se dio allá por el año 2004. Los fenómenos conocidos como “manchas solares” son en realidad verdaderas islas, del tamaño de planetas, que aparecen en la superficie del Sol. Son zonas oscuras y “frías” (al menos, si comparamos su temperatura con las de la zona adyacente), extremadamente magnetizadas y efímeras. Estos fenómenos solo duran entre un par de días o semanas antes de desaparecer. En general, tan pronto como una de ellas desaparece, otra emerge y toma su lugar.
La actividad solar tiene ciclos de unos 11 años de duración. El último pico de actividad se dio en el bienio 2001/2002, con manchas y tormentas solares frecuentes. Estas tormentas golpean la Tierra con partículas de alta energía, que con frecuencia suelen dejar fuera de servicio satélites y sistemas de comunicaciones, incluidas las transmisiones de radio. Incluso, las verdaderamente fuertes pueden interrumpir el servicio de energía eléctrica en algunos lugares.
Pero el periodo de calma ha terminado, y la mancha detectada podría estar señalando una tendencia en el incremento de la actividad solar, dando comienzo al ciclo numero 24 registrado desde que los científicos realizan observaciones rutinarias de estos fenómenos. La región activa descubierta posee dos características (latitud elevada y polaridad invertida) que determinan su pertenencia a un nuevo ciclo solar. Efectivamente, los ciclos solares nuevos siempre se manifiestan con la aparición de una mancha solar con polaridad invertida y de alta latitud. Por “polaridad invertida” se entiende que su campo magnético tiene un sentido opuesto a la de las manchas solares del ciclo previo. Como puede verse, el Sol es un monstruo bastante predecible.
Mientras que las manchas del ciclo anterior se dirigen hacia el ecuador solar, las del nuevo ciclo aparecen en latitudes de 25 a 30 grados. Una mancha solar típica se compone de una región central oscura, llamada “umbra”, que está rodeada de una “penumbra” más clara. El tamaño de estas manifestaciones puede ser tan grande como el diámetro de la Tierra (más de 12.000 kilómetros), y se ha registrado grupos con un tamaño total de 120.000 kilómetros de extensión.
David Hathaway, pronosticador de la NASA, cree que “el mínimo solar está detrás de nosotros", y los expertos suponen que tras esta nueva aparición la actividad solar se reactivará, produciéndose más manchas solares en las próximas semanas. “El mes pasado contamos cinco grupos de manchas solares", dice. Esto puede sonar a “poca cosa”, pero bastan para mostrar una tendencia. “Esto representa un aumento real en la actividad solar", concluyó.