Todos sabemos que el vinilo nunca se fue, y que sus entusiastas han desafiado el tiempo y el espacio para ampliar y conservar sus colecciones. Sin embargo, hay otra «reliquia» musical experimentando una especie de regreso, y es el cassette. Las primeras señales se remontan a febrero de 2021, pero un artículo reciente de Nikkei Asia explica que algunas tiendas especializadas en Japón están expandiendo sus secciones dedicadas a los cassettes, tentando a compradores de todas las edades.
La llamada «fatiga de streaming» no es ningún invento. La posibilidad de acceder a millones de canciones, películas y series con un par de clics era un paraíso digital soñado a principios de siglo, pero ahora no hace más que generar un ruido interminable. A eso se suman las dificultades del usuario para comprar algo y ser su dueño sin que se esfume en el aire por un capricho del distribuidor, o un «conflicto de licencias».
Esta situación ha estimulado cierto «regreso» a los medios físicos. Por un lado, existen casos como el de Christopher Nolan recomendando al público adquirir copias de Oppenheimer en Blu-ray para que ninguna plataforma se robe la película, y por el otro, nos llegan noticias de Japón, en donde el cassette está experimentando algo así como un «revival».
¿Cassettes en 2024? Japón dice que sí
La fuente reporta que la tienda de Tower Records en Shibuya expandió su sección de cassettes en septiembre pasado, ofreciendo cerca de 3.000 cintas (nuevas y usadas), seis veces más que en ocasiones anteriores. El grupo más importante de compradores promedia los 30 años, pero también han surgido algunos entusiastas jóvenes, y nunca faltan los turistas extranjeros que desean ampliar sus colecciones. Otro caso interesante es el de Side-B Creations, una tienda en Shibuya que comercializa reproductores además de cintas. La compañía indica que está vendiendo diez veces más reproductores de los que vendió en 2017, aunque no hay cifras que nos sirvan de referencia.
Obviamente, hay una pregunta inevitable: ¿Por qué? Los recuerdos que tenemos del cassette no son tan buenos. Cintas estiradas y devoradas por reproductores defectuosos, correas que pierden integridad o se derriten, manchas de humedad y problemas de velocidad son algunos de los argumentos (válidos, debo agregar) que los escépticos colocan sobre la mesa. Sin embargo, es necesario mencionar que en el pasado, la industria nos dio lo peor de lo peor en materia de calidad, tratando de recortar costos con cada cinta distribuida. Una cinta robusta y un buen reproductor pueden hacer una gran diferencia (el vídeo de Techmoan sobre esto es imperdible).
Para finalizar, el artículo de Nikkei Asia menciona el factor económico: Algunas cintas están disponibles por unos 1.000 yenes (seis euros), y son más accesibles que el vinilo para quienes desean una experiencia analógica. Al mismo tiempo, muchos artistas de renombre están ofreciendo sus últimos trabajos en cassettes, ya sea de forma general o en ediciones limitadas.
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Fuente: Nikkei Asia