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El proceso de doblar anime: Cómo los actores de doblaje le dan voz a personajes famosos

Mucho más complejo y exigente de lo que se cree

Doblaje

Como consumidores de anime hemos sido testigos de algunos doblajes maravillosos… y otros que nos tomó demasiado esfuerzo olvidar. Esa diferencia de calidad surge por una razón, y es que el proceso de doblaje va más allá de «repetir diálogos en otro idioma», con un análisis en tiempo real del contenido, la correcta interpretación de cada escena, e incluso una «adaptación cultural» compatible con la región en donde el material será visto y escuchado. Hoy vamos a conocer el caso de un anime clásico como es Pokémon, a través de la actriz de doblaje que le ha dado voz a Ash Ketchum durante los últimos catorce años, Sarah Natochenny.

Puedes reconocerlos casi de inmediato, pero es probable que no recuerdes sus nombres del todo. Por ejemplo, para nuestros lectores latinoamericanos: ¿Qué tienen en común Goku y MacGyver? La respuesta es Mario Castañeda, quien no necesita ninguna clase de presentación a esta altura. Otra comparación sencilla: ¿Sailor Moon y Lisa Simpson? El doblaje para ambas estuvo a cargo de Patricia Acevedo, presente también en doblajes de series como Dragon Ball, Rugrats, y Friends.

Los actores de doblaje no reciben el reconocimiento o la atención que usualmente vemos sobre sus colegas de cuerpo completo, pero eso no quiere decir que su trabajo sea menos exigente. Todo lo contrario: Llegar a ese «buen doblaje» requiere un trabajo inmenso, bajo condiciones que algunos actores tradicionales probablemente no aceptarían. Hoy podemos saber más sobre eso gracias a Sarah Natochenny, actriz responsable por brindar su voz al mismísimo Ash Ketchum en la versión estadounidense de Pokémon durante los últimos catorce años:



Sus sesiones comienzan con el director (en este caso, la directora) compartiendo todos los detalles sobre el episodio a doblar. Uno de los aspectos más impresionantes es el «turnaround» o tiempo disponible para procesar a un episodio, al que la propia Sarah considera extremo, y en muchas ocasiones termina trabajando con guiones que fueron completados la noche anterior. Eso significa que no tiene tiempo para estudiar al guión, y siempre es una lectura «en frío y al vuelo». Su principal ventaja es la de ver la escena original en japonés, algo fundamental para entender y asimilar el contexto, además de recoger detalles como los movimientos de la boca de Ash/Satoshi, cuándo grita, cuándo se ríe, cuándo se esfuerza.

Sarah tiene la tarea de mantener un delicado equilibrio entre lo que lee en el guión, lo que ve en la pantalla, y las indicaciones previas de la directora. En más de una oportunidad, Sarah debe entregar líneas que no se sienten del todo naturales para ella, y más que inevitables, los errores son necesarios. El vídeo básicamente nos enseña a tres mujeres (actriz de doblaje, directora e ingeniera) armando un rompecabezas de pesadilla, pero quienes escriben y adaptan los guiones tampoco enfrentan un panorama sencillo. Una cosa es traducir, y otra muy diferente es que el nuevo diálogo tenga sentido, al mismo tiempo que obedece (sin excepción) a los movimientos en la bocas de los personajes.



Afortunadamente, Sarah y el resto del equipo tienen acceso a recursos fabulosos, comenzando por el procesamiento digital. En uno de sus ejemplos, el diálogo es casi perfecto, pero se queda corto por unas milésimas de segundo, y gracias a un leve «retoque de audio», la ingeniera logra que encaje sin incidentes. Y en otro, el guión es simplemente demasiado corto, por lo que deben agregar algo extra. Ahora… repite eso cada día, por cientos de episodios durante catorce años.



Escrito por Lisandro Pardo

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