El cine tiene una cuota muy saludable de besos que quedaron grabados a fuego en la mente del público, y a decir verdad, no es obligatorio concentrarse en los viejos clásicos para encontrarlos. Sin embargo, si queremos identificar al primer beso en el cine hay que viajar a 1896. Creado a pedido del mismísimo Thomas Edison, el corto «The May Irwin Kiss» nos enseña a May Irwin y John Rice reproduciendo la última escena de una obra teatral muy popular en aquella época. La filmación fue tan controvertida, que incluso la Iglesia Católica pidió su censura…
Si un ser humano del siglo XIX tuviera la posibilidad de ver una película creada en el siglo XXI, caería desmayado no sólo por la extrema diferencia en calidad audiovisual, sino por el propio contenido. ¿Violencia? ¿Sexo? En aquellos años cualquiera podía terminar encerrado si era demasiado cariñoso con su pareja a cielo abierto.
Obviamente existían lugares especiales en los que era posible encontrar placeres más profundos o derretir inhibiciones, pero llevar eso al «joven» cine era una historia muy diferente. Aún así, alguien tenía que dar el primer grito de rebeldía, y aunque parezca mentira fue Thomas Edison, quien produjo el corto «The Kiss», también conocido como «The May Irwin Kiss».
El primer beso en el cine
La filmación se llevó a cabo en el famoso espacio Black Maria, «el primer estudio cinematográfico de los Estados Unidos», en abril de 1896. William Heise estuvo a cargo de la dirección, y Edison escogió a May Irwin y John Rice, las estrellas de la obra de teatro «The Widow Jones», para que repitieran la última escena con el beso incluido frente a su kinetógrafo.
La exhibición de The May Irwin Kiss causó un verdadero escándalo, con varios aficionados denunciado la «obscenidad» del beso, y con la Iglesia Católica demandando «censura y reformas morales». Los periódicos de la época no hicieron más que echar leña extra al fuego, llamando al beso «repugnante», además de pedir intervención policial donde fuera reproducido el corto.
Como era de esperarse, Edison se salió con la suya, y en apenas un par de años surgieron (mínimo) tres películas más enseñando besos, «Something Good – Negro Kiss» (el primer beso de afroamericanos en el cine), el filme británico «The Kiss in the Tunnel», y otro corto llamado «The Kiss» del año 1900.
En 1999, «The May Irwin Kiss» fue declarado culturalmente significativo por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, mientras que «Something Good» recibió el mismo tratamiento en 2018. Al final, ganaron los besos.
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