Los sonidos de algunos animales son en verdad escalofriantes. Ya sea para defenderse o para ejercer su dominio sobre otros, hay especies que no dudan en expresarse con intensidad. Sin embargo, a la hora de buscar a uno de los animales más ruidosos del mundo, hay que visitar un lugar inesperado: El océano.
En diferentes puntos del Golfo de California es posible encontrar a Cynoscion othonopterus, la «Corvina del Golfo». Por sí sola, una corvina hace un ruido que nos recuerda al ronroneo de un gato, pero sus bancos son capaces de superar los 150 decibelios, más fuerte que el despegue de un avión.
Cualquier grupo de animales haciendo ruido se puede convertir en algo insoportable. En lo personal me gustan las mascotas, pero escuchar media docena de perros ladrando a las cuatro de la mañana no es muy agradable que digamos (y al mismo tiempo, suele ser una señal de que hay problemas).
Ahora, ¿cuáles son los más ruidosos? ¿Dónde empezamos a buscar? Uno de los primeros ejemplos que nos viene a la mente es la manada de elefantes, que no dudan en comunicar su enojo cuando algo les molesta o los asusta. Pero hoy vamos a explorar otra opción, una que calculo jamás se te hubiera ocurrido: Un banco de peces.
Lo que estás viendo y escuchando es Cynoscion othonopterus, la Corvina del Golfo. Algunos ejemplares pueden alcanzar los 70 centímetros de largo, y cada primavera se desplazan hasta el delta del Río Colorado, sincronizando su desove con las mareas y las fases de la Luna. Un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Texas (Austin) y la Universidad de California (San Diego) revela que los machos de la Corvina del Golfo son los animales más ruidosos del océano.
El sonido de un único macho cuando trata de atraer a una hembra nos recuerda en parte al ronroneo de un gato, pero en 2014 se utilizaron micrófonos submarinos para obtener un registro más preciso. El resultado superó los 150 decibelios.
Si tenemos que buscar un equivalente en la superficie, el más apropiado es el despegue de un avión comercial. Los científicos creen que semejante intensidad podría dañar el oído de otras criaturas, destacando al lobo marino y al delfín.
El pez de mayor profundidad del planeta, capturado en imágenes
