Pandemia, crisis económica, tensión política… todo parece indicar que tienen las manos llenas en los Estados Unidos, pero recientemente se ha sumado algo más: Una invasión de paquetes no solicitados provenientes de China. Cientos de reportes en casi treinta estados hablan sobre semillas no identificadas, aunque a simple vista serían de algún cítrico. Varias agencias gubernamentales entraron en acción, y pidieron a la población no plantar las semillas bajo ninguna circunstancia, pero la pregunta es: ¿Por qué las enviaron? ¿Cuál es la idea?
Es suficiente con encender el televisor para comprobar que la relación entre Estados Unidos y China se encuentra en un punto bajo histórico. Con aranceles a las importaciones, consulados cerrados, conflictos de influencias regionales, el «hipertwitterismo» diario y una pandemia cubriéndolo todo, ambos países van a necesitar mucho tiempo y esfuerzo si desean corregir la situación. La sensación es que las cosas empeorarán antes de que mejoren, y la nueva ola de semillas misteriosas chinas definitivamente no ayuda.
¿Qué es lo que ha sucedido? El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recibió en los últimos días múltiples reportes de «paquetes no solicitados» con semillas provenientes de China. Los extraños paquetes alcanzaron a casi todo el país, con varias fuentes citando «al menos 28 estados». El Departamento de Agricultura, el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza, y el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos están trabajando en conjunto y coordinando esfuerzos con otras agencias estatales para establecer el origen e identificar cualquier riesgo presente en las semillas.
Sin embargo, las autoridades creen que los envíos serían parte de una técnica que lleva el nombre de «brushing scam», traducida al español como «estafa de cepillado». La estructura general del brushing scam se basa en la creación de cuentas falsas de clientes por parte de un vendedor, quien procede a comprar sus propios «productos» (baratos y de pésima calidad), y los envía a otros países. Las cuentas podrán ser falsas, pero las direcciones son reales, lo que le permite al vendedor registrar entregas legítimas, publicar reviews fabulosos sobre sus productos, y optimizar su rating en plataformas como eBay y Amazon, efectivamente «cepillando» su reputación.
Como era de esperarse, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China defendió al servicio postal de ese país, indicando que «cumple con todas las regulaciones» en materia de envío de semillas. La recomendación del Departamento de Agricultura y otros grupos de alcance estatal es no plantar las semillas, ya que podrían pertenecer a una especie invasora. A juzgar por los comentarios en Twitter, la curiosidad está por vencer a más de uno…
Fuente: Fast Company