Cualquiera que decida invertir algunos minutos en una revista de papel hoy, seguramente encontrará en una de sus páginas a un actor o deportista con un reloj en la muñeca. Otra opción popular es el mismo reloj sobre una roca o un cristal, completamente empapado. Pero ambos escenarios tienen algo en común: El reloj siempre muestra una hora similar, las 10:10. ¿Por qué? ¿Qué tiene de especial? La respuesta es una mezcla de estímulo subliminal, procesos no conscientes, y valencia emocional.
Ve a la página oficial de Rolex. Explora su catálogo por un rato. Algunos de los diseños que aparecen allí son en verdad hermosos… pero todos marcan aproximadamente la misma hora, 10:10. ¿TAG Heuer? Lo mismo. ¿Omega? Lo mismo. Puede haber unos pocos minutos de diferencia entre una foto y otra, pero el patrón es idéntico, y no se trata de algo reciente. Una rápida búsqueda de anuncios vintage confirma esto.
Ahora, algunos de nuestros lectores probablemente lo vean como un detalle obvio, porque el plan del fabricante es enseñar la marca en el centro del reloj. De hecho, muchos anuncios apostaron por la configuración inversa, 8:20. Sin embargo, un equipo de cuatro investigadores pertenecientes a universidades de Alemania, Egipto y los Estados Unidos publicó en 2017 un estudio psicológico llamado «Why Is 10 Past 10 the Default Setting for Clocks and Watches in Advertisements?», y sus resultados indican que hay algo más.
Resolviendo el misterio de las 10:10 en la publicidad de relojes
¿Qué tiene que ver la psicología? Además de la hipótesis que sugiere una mayor exposición para la marca del reloj, también se suma la hipótesis de la sonrisa: La configuración en V que forman las agujas a las 10:10 es similar a alguien sonriendo, lo que aparentemente llama nuestra atención. En el primer experimento participaron 46 voluntarios (20 hombres, 26 mujeres), y en el segundo fueron 23 (11 hombres, 12 mujeres). El primer experimento se concentró en el factor emocional de los participantes (sin mencionar la configuración de las agujas), mientras que en el segundo, los investigadores consultaron la similitud de las agujas con expresiones faciales de tres horarios: 10:10; 11:30 y 8:20.
Los resultados del primer experimento indican que los relojes configurados a las 10:10 generan mayor placer visual que el resto (más en mujeres que en hombres), y reducen la renuencia a comprar el reloj. ¿Qué pasó con el segundo experimento? Sin sorpresas aquí: Los relojes a las 10:10 efectivamente transmiten la idea de un rostro feliz, mientras que los relojes a las 8:20 tienen el efecto contrario. Lo lógico sería verificar estos resultados con estudios adicionales, pero la hipótesis parece apuntar en la dirección correcta. ¿Qué piensas?
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