Tiempo atrás exploramos varios de los pasos que intervienen en la construcción de un pinball, pero si hay algo que merece un capítulo aparte, es su arte. Tanto la mesa en sí como los marcadores de puntaje eran (¡y todavía son!) verdaderos lienzos para un puñado de gente muy talentosa que no sólo reproduce a la perfección la temática del juego, sino que la amplifica con cada detalle. ¿Te gustaría ver algunos ejemplos?
Mover palancas, girar volantes, pisar pedales… las máquinas recreativas demandan nuestro dinero, pero también un poco de nuestro físico. Hoy la relación se limita a tomar un gamepad o usar el combo teclado-ratón, sin embargo, antes había una postura, un esfuerzo, una actitud diferente a la hora de jugar. Eso era especialmente cierto con los pinballs.
Esperar las combinaciones exactas, calcular el golpe con las paletas, golpear la mesa en la medida justa para evitar el «tilt»… todos esos son buenos recuerdos, pero no podemos ignorar el arte de esas máquinas. Algunos pinballs son un festival para nuestros ojos, a un punto tal que las imágenes no hacen justicia. No dejes de buscar sus luces y sus sonidos. Los pinballs están regresando lentamente, y depende de nosotros que no vuelvan a irse.
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