Fue descubierto en 1902 entre los restos de un antiguo navío griego. El mecanismo de Antikythera parece ser un ordenador mecánico con un altísimo grado de exactitud. Sus ruedas y engranajes predecían las localizaciones de estrellas y planetas, así como eclipses lunares y solares, convirtiéndolo en una especie de planetario portátil. Data del año 87 antes de Cristo.
El funcionamiento interno de ese pequeño artilugio de bronce de tan solo 20 centímetros de espesor fue deducido gracias al empleo de un gigantesco escáner especial de ocho toneladas de peso. Las lecturas efectuadas por los investigadores permitieron analizar el interior del antiguo aparato, revelando incluso una serie de caracteres grabados en el metal que ayudaron a comprender su funcionamiento.
Contenido en una caja de madera con forma de caja de zapatos, está constituido por cinco cuadrantes, varias agujas móviles y más de 30 ruedas dentadas. El conjunto se movía mediante una manivela. Lo que hace tan especial a este artefacto es que constituye la máquina mecánica más antigua del planeta.
El Mecanismo Antikythera fue rescatado en 1902 del interior de un barco hundido en aguas de la isla griega del mismo nombre. Según el astrofísico griego Xenophon Mussas, “el Mecanismo de Antikythera fue una especie de sucesor de los menhires y los círculos de piedra prehistóricos”. La tecnología empleada en su fabricación, y los conocimientos astronómicos necesarios para su desarrollo son tan avanzados, que hasta ahora se creía que una tecnología así de sofisticada no habría de ser desarrollada por la civilización occidental hasta 1.000 años después.
Este hallazgo arqueológico pasó, increíblemente, varias décadas descansando en un museo, hasta que en los años 60 el historiador inglés Derek Price, reveló que el Mecanismo era "un ordenador astronómico con el que se calculaba la posición de los cuerpos celestes, al menos del Sol y la Luna, y se preveían fenómenos astronómicos". Esta hipótesis planteó una serie de interrogantes a los que la reciente investigación greco-británica (escáner gigante mediante) dio respuesta.
Mussas asegura que "el rompecabezas que representa el artefacto afecta también a los conocimientos astronómicos y matemáticos del mundo antiguo, cuya historia podría esclarecer el Mecanismo", subrayó Mussas. Uno de los desafíos fue situar en un contexto científico este Mecanismo, ya que contradice las hipótesis según las cuales los griegos no disponían de tecnologías semejantes. Para ello, los investigadores estudiaron otros vestigios encontrados en la misma nave hundida, intentando probar las hipótesis de Cicerón, según las cuales el instrumento fue construido por el filósofo griego Poseidonios. Este filósofo creó una prestigiosa escuela astronómica en la isla de Rodas, al sureste del mar Egeo.
"Al igual que Alejandría, Rodas era en aquella época uno de los grandes centros de la astronomía; puede ser que el instrumento estuviese siendo enviado a Roma como muestra de los tesoros que César se llevó de esa isla griega", dijo Mussas.
Más allá de su origen exacto, este artefacto maravilloso ha servido para que nos replanteemos gran parte de la historia antigua. La sola existencia del Mecanismo de Antikythera demuestra la existencia de una tecnología capaz de fabricar precisos engranajes y de científicos con conocimientos astronómicos exactos, algo que, hasta ahora, no se creía posible antes de la Edad Media.