Luego de muchas idas y vueltas, parece que en poco tiempo el LHC volverá a funcionar, y la carrera hacia el hallazgo del escurridizo bosón de Higgs nuevamente estará en marcha. Sin embargo, si el pionero danés en Teoría de Cuerdas Holger Bech Nielsen y el físico nipón Masao Ninomiya están en lo cierto, nunca lo lograremos. Estos reconocidos físicos afirman que el mismísimo bosón de Higgs podría estar viajando hacia atrás en el tiempo para sabotear su propio descubrimiento. !Los amantes de las conspiraciones están exultantes!
Teorías conspirativas han existido siempre, y en cantidades industriales. Pero para tener éxito hoy día, una buena conspiración tiene que parecerse al argumento de una novela de ciencia ficción. Ya no basta con dudar si el hombre fue o no a la Luna, o si los extraterrestres viven entre nosotros. ¡No, señor! Para hacernos encoger de miedo y desatar nuestros temores mas profundos, una teoría conspirativa del siglo XXI tiene que ir mucho más allá. Eso explica el éxito que esta teniendo la que dice que el propio bosón de Higgs está saboteando el LHC. Los componentes de la historia incluyen viajes en el tiempo, el bosón de Higgs, la paradoja del abuelo, el Modelo Estándar de la física de partículas, grandes imanes superconductores, enormes cantidades de energía, complicidad de los gobiernos y laureados físicos que la apoyan. Casi casi, una película de Hollywood.
Todos hemos leído hasta el hartazgo noticias sobre los problemas que esta teniendo el Large Hadron Collider (LHC para los amigos) para comenzar a funcionar como Dios manda. Lo lógico es atribuir esas demoras en la puesta en marcha del acelerador de partículas a problemas derivados de su propio tamaño y complejidad. Pero los amantes de las teorías conspirativas no necesitan de esos argumentos para explicar la realidad. En absoluto. En este caso, dos reconocidos científicos pertenecientes al Instituto Niels Bohr de Copenhage y al Yukawa de Física Teórica de Kyoto publicaron una serie de artículos agrupados bajo el titulo “Test of Effect From Future in Large Hadron Collider: a Proposal” (algo así como “Comprobación de efectos desde el futuro en el LHC: una propuesta”) .
La publicación de este artículo ha tenido, entre los amantes de estas cuestiones, el mismo efecto que una patada en un avispero. Obviamente, los autores del “paper” no son, en absoluto, dos improvisados. Se trata del pionero danés en Teoría de cuerdas Holger Bech Nielsen y del físico nipón Masao Ninomiya. Para dar a conocer su punto de vista sobre el motivo por el cual el LHC se niega a funcionar, eligieron el sitio de publicaciones científicas arXiv.org, reconocido entre otras cosas por el poco control que existe sobre el contenido de lo que allí se publica. El punto más polémico del articulo es, sin dudas, el que dice que “el hipotético bosón de Higgs […] podría ser una aberración tal para la naturaleza, que su creación produciría de algún modo una ondulación a través del tiempo capaz de detener el LHC antes de que el descubrimiento se produjese. Igual que el viajero en el tiempo que viaja al pasado para matar a su abuelo e impedir así su viaje”.
Frente a tal afirmación, algunos expertos han tenido tal ataque de risa que han debido ser hospitalizados. Pero otros, quizás recordando al gato medio vivo (o medio muerto) de Erwin Schrödinger o la paradoja Einstein-Podolsky-Rosen, se lo han tomado con más calma e intentan determinar qué grado de coherencia tiene la idea expuesta por estos dos colegas. Como sea, no hay que olvidar que entre los méritos académicos de los autores se cuentan su participación en el desarrollo de la Teoría de Cuerdas, que a pesar de las controversias que genera, puede ser uno de los modelos con más posibilidades de explicar cómo funciona el Universo.
En resumidas cuentas, puede que la física cuántica nos tenga reservada alguna que otra “sorpresa” más. Cada vez que sale a la luz alguna nueva característica de esta teoría dedicada a explicar el funcionamiento del mundo subatómico, nuestro sentido común recibe un derechazo directo al hígado, así que no sería extraño que los viajes en el tiempo -al menos a nivel de partículas- sean posibles. Por supuesto, de ahí a que puedan hacerlo para evitar su propio descubrimiento hay un largo camino. Como sea, en no mucho tiempo el LHC intentará volver a funcionar y -si lo logra- podremos descartar esta teoría. Si no lo hace, habrá que sentarse a reescribir buena parte de los libros de física, y preparar un Nobel para Nielsen y Ninomiya.