Pantallas con un 70 por ciento más de colores. Comunicaciones inalámbricas cientos de veces más rápidas que el WiFi tradicional. Parece material sacado de una novela de ciencia ficción, aunque en realidad, todo lo que debemos hacer es mirar más de cerca al láser blanco. Demostrado inicialmente por la Universidad Estatal de Arizona en julio pasado, el láser blanco demandará varios años extra de desarrollo, pero ya se lo considera como uno de los descubrimientos del año, y probablemente de la década.
La primera patente que exploró el concepto de «TV láser» fue presentada a finales de los ‘70, y desde entonces, diferentes prototipos han tratado de jugar con su potencial. Lamentablemente, los pocos modelos que llegaron al mercado lo hicieron con un precio escalofriante, y múltiples problemas de diseño, entre ellos el peso y el tamaño. Hoy nos encontramos en una etapa con fabricantes presentando sus avances en materia de tecnología OLED, y televisores tan delgados que sería posible colgarlos de la pared con imanes. Sin embargo, los expertos no tienen dudas de que el televisor láser es una tecnología superior, pero su desarrollo necesita de un aliado crítico: El láser blanco.
La primera vez que escuchamos hablar sobre el láser blanco fue en julio de este año. Todas sus demostraciones, a cargo de la Universidad Estatal de Arizona, utilizaron una especie de «nanovaina» sintética capaz de emitir luz roja, azul y verde en diferentes proporciones. El material de la nanovaina está compuesto por zinc, selenio, azufre y cadmio, aleación que se formó en un tubo a casi mil grados Celsius. El dispositivo puede ser ajustado de modo tal que pasa de un color a otro sin errores en su transición, pero cuando todo el campo es recolectado, el resultado es el deseado color blanco.
Dicho de otro modo, el láser blanco es una línea de investigación muy atractiva para la ciencia y la industria en general porque (en teoría) podría reemplazar al LED como lo conocemos. El láser brilla más, y es mucho más eficiente en lo que se refiere a consumo de energía. Los televisores del futuro podrían ganar un 70 por ciento más de colores gracias al láser blanco, aunque hay algo más: LiFi. Los esfuerzos hechos en LiFi con tecnología LED revelan una velocidad diez veces superior a la del clásico WiFi, sin embargo, el LiFi con láser sería cien veces más veloz que el LiFi con LED. La espera será larga, pero con un poco de suerte, lo vamos a ver.