Martin Cooper es a quien el mundo considera como el inventor del teléfono móvil. Su demostración en abril de 1973 dejó con la boca abierta a periodistas y espectadores por igual, marcando el inicio de una de las tecnologías más impresionantes que ha creado la raza humana. Para muchos, el teléfono móvil es una bendición y una maldición al mismo tiempo, tanto por la forma en la que ha revolucionado la comunicación inter-personal, como por el hecho de que vivimos pendientes de estos perversos aparatos. Sin embargo, Martin Cooper cree que la tecnología irá aún más allá, y que los teléfonos móviles evolucionarán a un punto tal que ya no será necesario contar con un aparato, sino que estarán "integrados" a nuestros oídos, algo que podría llegar a ser posible aplicando el concepto de "wetware".
El año 1973 estuvo marcado por diferentes eventos: Elvis tocando en Hawaii, el estallido del escándalo Watergate, Pink Floyd lanzando "The Dark Side of the Moon" y el lanzamiento de la estación Skylab fueron apenas cuatro hechos sucedidos durante ese año. También ocurrió algo que de no haber pasado, probablemente no tendrías a tu pequeño móvil recibiendo mensajes en este momento. El 3 de abril, un tal Martin Cooper se detuvo cerca de la entrada del hotel Manhattan Hilton en la ciudad de New York, tomó a esta mole entre sus manos, marcó unos números, e hizo la primera llamada desde un teléfono móvil personal en la historia. Como si eso no fuera suficiente, Cooper luego permitió que reporteros utilizaran a este teléfono y llamaran a quien se les ocurriera (¡eso es una demo!), para demostrar de forma definitiva que no se trataba de un engaño. El "móvil" era un prototipo del Motorola DynaTAC lanzado al público diez años después, en 1983. Aunque sus especificaciones fueron refinadas, el modelo original pesaba un kilogramo, y tenía una autonomía de veinte minutos. Una de las frases más célebres de Cooper fue que esos veinte minutos no importaban mucho en esa época debido a que "no podías sostener el teléfono en tu oído por tanto tiempo", de lo pesado que era.
Con 81 años y una gran vitalidad, Cooper sigue manteniéndose activo en el mundo de las telecomunicaciones, especialmente en lo que se refiere a las limitaciones de espectro que actualmente plagan a los sistemas de comunicación en los Estados Unidos. Sin embargo, Cooper también tiene una cosa o dos para decir sobre los modelos actuales de móviles. En primer lugar, los considera inadecuados por ser excesivamente complejos, a un extremo tal que se necesita de la experiencia de un ingeniero para comprender completamente a los manuales de usuario que vienen con los smartphones. Pero también ha dicho que en el futuro será posible "implantar" los teléfonos móviles en nuestros cuerpos, detrás de nuestras orejas. Algunos han utilizado el concepto de "wetware" para definir esto. En resumen, el wetware se utiliza para describir toda parte o herramienta directamente relacionada con biología sintética y molecular. Y los móviles teóricos de Cooper bien pueden caer en esta categoría.
Al mismo tiempo, si tenemos en cuenta el poder de procesamiento que poseen algunos móviles, se podría decir que no sólo contaremos con un móvil implantado en nuestras orejas, sino también todo un ordenador personal. Claro que, para alcanzar algo así se deberán dominar múltiples aspectos de fabricación, comenzando por una maestría absoluta en nanotecnología. Pero no se puede negar algo como esto sólo por el hecho de ser improbable. Cooper ha admitido en varias ocasiones que su "inspiración" para el teléfono móvil no fue otro más que el capitán Kirk en la vieja serie de Star Trek, y miren lo que ha creado. Si tomamos las mismas referencias de tiempo, se podría lograr algo como lo que anticipa Cooper en 2040 o 2050, pero no caben dudas de que la tecnología es mucho más rápida ahora de lo que lo era hace cuarenta años, cuando Cooper "usó el móvil" en New York.