El 14 de febrero de 1989, la Fuerza Aérea estadounidense colocó en órbita a USA-35, perteneciente al llamado “Bloque II” de satélites GPS. En otras palabras, fue el primero de los nueve originales con capacidad operativa completa, iniciando una nueva era para la tecnología de posicionamiento global.
Aunque el lanzamiento de este satélite marca una especie de cumpleaños simbólico para el GPS, lo cierto es que necesitamos mirar más atrás si queremos descubrir sus orígenes. Al igual que sucedió con NASA y DARPA (que también hizo su parte aquí), el concepto de GPS nació a partir del terror que causó cierta esfera de metal soviética pasando sobre las cabezas de millones de estadounidenses. En 1964, el esfuerzo combinado de DARPA y la Naval creó a TRANSIT, el primer sistema de navegación operacional, utilizado para ubicar con precisión a los submarinos balísticos que cargaban misiles nucleares Polaris. A pesar del escalofriante costo que tenía TRANSIT, la Guerra Fría pudo más, y los satélites de TRANSIT resultaron ser tan estables, que no fueron retirados sino hasta 1996, con una reasignación al sistema de monitoreo ionosférico de la Naval. TRANSIT llevó a al programa MOSAIC de la Fuerza Aérea para rastrear bombarderos, que a su vez llevó al SECOR del Ejército, y al sistema Timation, cuyo primer satélite fue lanzado en 1967. La posterior destilación y combinación de estos cuatro programas, estableció las raíces del GPS que conocemos ahora.
Con el lanzamiento de diez prototipos entre 1978 y 1985 (técnicamente once, pero Navstar-7 se perdió en diciembre de 1981), el llamado “Bloque I” de satélites prototipo para el sistema GPS quedó completo. La eventual apertura para uso civil se atribuye al incidente del Vuelo 007 perteneciente a Korean Air Lines, que fue derribado por un caza soviético el 1 de septiembre de 1983. En ese momento, la administración Reagan prometió que el GPS estaría disponible al público sin cargo, una vez que alcanzara el nivel de desarrollo suficiente. USA-35 sería el primer paso para cumplir esa promesa, y el Bloque II recibiría a otros ocho satélites adicionales. En abril de 1995, el Comando Espacial de la Fuerza Aérea declaró al GPS en “capacidad operativa completa”, aunque la versión civil del GPS era mucho menos precisa que el sistema asignado para uso militar. Esta “disponibilidad selectiva” fue dada de baja durante la administración Clinton en mayo de 2000, incrementando notablemente el nivel de precisión en dispositivos comerciales. Pero lo más importante, es que el sistema GPS ha estimulado el desarrollo de otros sistemas similares, como GLONASS (Rusia), Beidou (China), IRNSS (India) y el Galileo de la Unión Europea. Como uno de los logros tecnológicos más importantes de nuestra historia, merece ser celebrado.