Televisores, cocinas, coches… el pasado no sólo pensó en el futuro, sino que también trató de hacerlo realidad en más de una oportunidad. Sin embargo, su gusto por las predicciones nunca desapareció, volcando una enorme imaginación en pequeños cortos y documentales. Uno de ellos fue compartido por el servicio Kinolibrary en 2014, el cual contiene ejemplos primordiales de e-commerce en el hogar, pagos electrónicos, teletrabajo, videoconferencias, y educación a distancia.
Para nosotros se trata de algo perfectamente normal. Comprar en Amazon, realizar nuestro trabajo a través de Internet, acceder a material educativo digital… de hecho, creo que sería difícil para algunas personas concebir el regreso a métodos más «tradicionales», en especial cuando atravesamos una pandemia que parece infinita. Pero si retrocedemos el reloj unos 50 o 60 años, estas actividades cotidianas se transforman en ciencia ficción.
A decir verdad, algo tan simple en la actualidad como tener un ordenador en casa era revolucionario a fines de los 060. Sin embargo, un pequeño fragmento de un vídeo perteneciente a la plataforma Kinolibrary contiene algunas predicciones que siendo sinceros, están entre las mejores que hemos visto. Aquí lo tienes:
El vídeo comienza describiendo a «un pequeño viaje de compras en casa» frente a una pantalla interactiva, con acceso a un amplio catálogo de productos, y comparaciones directas entre ellos. Uno de los aspectos más llamativos es el sistema de pago: Si bien se trata de una tarjeta de crédito que transfiere el monto de la cuenta familiar al vendedor, el usuario no ingresa los datos de la misma manualmente, sino que el teclado posee una ranura dedicada.
La siguiente sección habla de «ir a la oficina», en esencia, una combinación de teletrabajo colaborativo y videoconferencia con más de dos participantes, mientras el ordenador obtiene información o documentos adicionales que asisten en cálculos y análisis. Finalmente, la más pequeña de la casa usa un stylus sobre un pad especial para vencer a quien parece ser un compañero de clases en un juego.
Para cerrar, nos quedamos con la última frase: «Lo que en su superficie parece ser una tecnología de aislamiento, podría de hecho ser un medio para reintroducir al individuo a las necesidades y placeres de una participación comunitaria.» Definitivamente seguimos atascados en la primera parte, más solos y aislados que nunca a pesar de tener al mundo entero en una pantalla…