Utilizar la palabra holograma para lograr un mayor impacto mediático es una costumbre que se ha extendido a muchas compañías, pero la gente de Ostendo Technologies pasó los últimos nueve años trabajando en lo que podría ser la primera opción de tecnología holográfica real y comercial, tan compacta que cabe en un smartphone.
Desde que la princesa Leia le pidió ayuda a Obi-Wan Kenobi, nuestro concepto de holograma cambió para siempre. La tecnología ha estado luchando durante décadas para crear algo similar a aquel mensaje de R2-D2. La idea del holodeck no hizo otra cosa más que elevar nuestras exigencias, y aunque todavía estamos muy lejos de manipular la luz de ese modo, eso no cambia el hecho de que queremos nuestros hologramas, y los queremos ya. Los proyectores avanzaron de forma notable, y a esto debemos sumar desarrollos paralelos como la realidad virtual, acompañada el batallón de proyectos que buscan tomar el mercado por asalto.
Así llegamos a Ostendo Technologies. Si el nombre no te resulta familiar, no te preocupes, ya que a nosotros nos pasa lo mismo. Sin embargo, Ostendo lleva casi una década trabajando en tecnología holográfica, con fondos provenientes de canales privados y nombres del calibre de Peter Thiel (PayPal, Facebook), además de 38 millones de dólares aportados por el gobierno estadounidense, con nuestros amigos de DARPA a la cabeza. Los esfuerzos de Ostendo están concentrados sobre proyectores en miniatura, controlados por un procesador de alta precisión capaz de ajustar el color, el brillo, y el ángulo de cada rayo de luz a través de un millón de píxeles. Uno solo de estos chips puede crear una imagen de hasta 48 pulgadas, y si bien la primera generación sólo contará con capacidad bidimensional, los modelos posteriores entrarán de lleno en territorio holográfico.
Uno de los prototipos más avanzados fue puesto a prueba frente a periodistas del Wall Street Journal, formado por seis chips que crearon una imagen tridimensional de un dado verde. Esta representación era consistente desde todos los ángulos, algo atribuido al masivo nivel de resolución que Ostendo alcanzó con su hardware. A modo de comparación, las pantallas Retina de Apple están en los 300 puntos por pulgada, pero los chips de Ostendo se ubican en el orden de los 5 mil puntos por pulgada. La versión 2D de esta tecnología debería estar disponible antes del verano de 2015, y con un volumen de apenas 0.5 centímetros cúbicos, pide a gritos un lugar entre smartphones y otros dispositivos móviles.