Energía limpia, barata, abundante y sostenible. Lo primero que nos viene a la mente es la energía solar, pero lo cierto es que menos del 2 por ciento de la energía a nivel mundial es producida por esta vía. Todos estamos de acuerdo en que necesitamos mejorar ese número, sin embargo, no es solamente una cuestión de eficiencia y costo, sino también de disponibilidad, portabilidad y almacenamiento. A continuación vamos a compartir cinco inventos que ya están cambiando la ecuación solar hoy, y que podrían introducir cambios aún más profundos en el futuro cercano.
Muchas personas han logrado convertir el sueño de la «energía solar hogareña» en realidad. La combinación exacta de acceso general, subsidios locales y leyes amigables puede aumentar de forma significativa las tasas de adopción, mientras que hay regiones en las que sucede exactamente lo contrario, ya sea por los efectos de precios prohibitivos, o legislaciones absurdas. Nuestros lectores españoles deben recordar muy bien el famoso «impuesto al sol», y en lo personal no olvido la locura de Nevada a fines de 2015, que fue revertida en septiembre del año siguiente.
Conocemos sus beneficios, pero no la usamos lo suficiente. La energía solar necesita dar un salto evolutivo, y eso incluye su «escape» de los formatos tradicionales. Existen múltiples líneas de desarrollo, y hoy vamos a explorar cinco de las más interesantes. ¿Qué nos promete el futuro de la energía solar?
«Agrovoltaica»
No es difícil imaginar enormes granjas solares en desiertos abiertos y con abundante luz solar, pero nuestra imaginación nos traiciona: El calor es un enemigo natural de los paneles, y por ese motivo deben ser colocados en lugares precisos, con climas moderados. La agrovoltaica, o sea, la instalación de paneles solares elevados sobre campos agrícolas e invernaderos, aporta una solución doble: Optimizar el uso del espacio, y mantener a los paneles solares en equilibrio térmico, gracias a la humedad liberada por las plantaciones.
A ella se suma la «flotovoltaica» (granjas solares flotantes), de la que hemos hablado en el pasado. Las instalaciones agrovoltaicas demostraron ser un 3 por ciento más eficientes que sus equivalentes convencionales. No parece mucho, pero los efectos son acumulativos.
«Rastreadores fotovoltaicos»
Un panel solar que «persigue» al Sol. Una idea simple, pero con una implementación más compleja de lo que pensamos. Históricamente, el rastreo fotovoltaico (también conocido bajo la expresión «seguidores solares») ha sido caro y pesado, limitando las posibilidades de instalación, sin embargo, tiene cada vez más sentido. Un sistema de estas características consume entre 5 y 10 por ciento de la energía que genera, pero dependiendo de la ubicación geográfica, un panel solar con rastreador fotovoltaico podría generar hasta un 45 por ciento extra de energía.
«Ventanas solares»
Una de las principales quejas sobre los paneles solares es su apariencia. Enormes rectángulos de silicio que por lo general acaban con cualquier sentido de la estética. Pero el silicio no es la única opción para generar energía solar. Las celdas solares hechas de componentes orgánicos no sólo transforman a superficies compatibles en paneles solares, sino que además son semitransparentes, de modo que podrían ser colocadas sobre ventanas tradicionales, permitiendo el paso del 43 por ciento de la luz solar. Tal vez no sea suficiente para un hogar, y existe cierta pérdida de eficiencia, pero las celdas solares son económicas, y hay muchos edificios que podrían aprovecharlas…
«Tela solar»
El concepto de dispositivo vestible, llevado al extremo. ¿Qué tan loco suena llevar paneles solares a todas partes? No me refiero a una mochila con un pequeño módulo expuesto, sino a celdas entretejidas en la fibra de la ropa. En 2018, un equipo de investigadores británicos creó micro-paneles solares de 3 x 1.5 milímetros, apenas más grandes que una pulga. Su prototipo de 200 celdas generó la energía suficiente para cargar un Fitbit. Lo más interesante es que la tela solar no se limita a ropa común. Cada carpa, cada cubierta, cada bandera es un panel solar en potencia.
«Energía solar líquida»
Dedicamos un artículo entero a este desarrollo a fines del año pasado. Generar más energía solar siempre es algo positivo, pero surgen dos inconvenientes: Almacenamiento y transporte. La energía solar líquida los resuelve a ambos con la ayuda de un fluido que absorbe la energía solar tradicional, para ser liberada más tarde con la ayuda de un catalizador. En pruebas iniciales, este fluido (basado en el hidrocarburo norbornadieno) ha demostrado una extraordinaria estabilidad, habilitando su almacenamiento por un máximo teórico de 18 años. Esta ventaja podría reescribir varias reglas en materia de calefacción, con ciclos cerrados que obtienen energía solar en los techos, y la liberan en diferentes espacios.