En la conferencia de Future of Web Apps (Futuro de las Aplicaciones Web) han atacado con dureza al correo electrónico y la mayoría coincidió en que no tiene un lugar en el futuro.
“El correo electrónico ha muerto para un grupo de usuarios. La generación más joven no usa el e-mail”, declaró Kevin Marks, un ingeniero de Google. Para varios, los usuarios Web jóvenes se han mudado a Facebook y mensajes de texto entre móviles. Ven al e-mail como algo anticuado y retrógrado que encontrará su fin en las aplicaciones Web futuras.
Marks considera que los jóvenes ven al mail como una cosa molesta llena de spam que los fastidia día a día. Matt Mullenweg – fundador de WordPress – Kevin Rose de Digg y Call Henderson (Flickr) entre otros, en conjunto con Erick Schonfeld de TechCrunch, abordaron un panel para crear el concepto de una nueva aplicación Web en 45 minutos. Diseñaron un producto que asegurara que el usuario respondiera a todos sus mensajes. Siendo un concepto armado en tan poco tiempo careció de detalles, pero esa idea de no tener un solo mensaje sin contestar no deja de ser algo incómoda.
Quizás los gurúes de la Web 2.0 se estén focalizando demasiado en los usuarios jóvenes para poder ver el panorama completo de Internet. Esta visión de que el correo electrónico se está volviendo obsoleto deja demasiados usuarios fuera. Quizás sea cierto que los adolescentes no lo utilicen tanto, pero eso es probablemente porque no trabajan. Y quizás una cosa a tener en cuenta es que la juventud es pasajera. Esos jóvenes que hoy se comunican por Facebook y mensajes de texto se volverán adultos que necesitarán trabajar y tener sus tiempos en un futuro. Y esa etapa dura mucho más que la adolescencia. Por otro lado, no podemos concebir la comunicación laboral por Messenger o Twitter. Al menos no en ciertos rubros. El e-mail tiene en su inmutabilidad una comodidad. La de sopesar los mensajes, analizarlos y responderlos en el tiempo y forma que mejor nos convenga. Por otro lado tiene esa sensación de seguridad y privacidad que facilita el manejo de los distintos contactos. Así como la idea de una red social en la bandeja de entrada suena incómoda para varios, desplazar la comunicación por mail a aplicaciones Web puede ser penoso para muchos.
Como usuarios que conocen el amplio espectro de opciones de comunicación, no vemos que realmente el correo electrónico debiera ser reemplazado. Cumple su función de e-mail mientras elegimos otros programas en línea para otro tipo de interacción. Una cosa no quita la otra y así debería permanecer.
