Si este fuera uno de esos artículos de “Cómo lucen en la actualidad los actores de…“, el feto cósmico de “2001: Odisea del Espacio” desafiaría todos nuestros conocimientos acerca del espacio-tiempo. Y es que, la verdad, ¡no ha envejecido ni un solo día! Luce impoluto, todavía nonato, tal cual lo vimos en la película de culto de Stanley Kubrick. ¿El secreto de su eterna juventud? Simple: era un muñeco. Y los muñecos, claro, no envejecen. Lo que sí pueden hacer los muñecos es salir de gira, mostrándose y maravillando a todos los que fuimos inspirados, de alguna manera, por esa obra de arte de 1968.
Mientras muchos de nosotros todavía estamos tratando de descifrar el final de la película “2001: Odisea del Espacio“, uno de sus más icónicos elementos ha estado de gira por el mundo desde el año 2003, tal cual se lo vio en el filme de culto de Stanley Kubrick. Estamos hablando, por supuesto, del “Star Child“, ese críptico feto que aparece en el momento cúlmine, rodeado de planetas, tras la cortina musical de Richard Strauss. Para los que no lo recuerdan, o se lo perdieron, vaya el vídeo de arriba como recordatorio (¡spoilers!)
A partir de este maravilloso final, las interpretaciones quedaron abiertas. El mismísimo Kubrick se ha negado a explicar lo que significa. Es cierto que leyendo el libro de Arthur C. Clarke, en el que se basa la película, lo que hay detrás del simbolismo se hace más evidente. Sobre la película, su director ha dicho más bien poco.
Los espectadores son libres de especular a su antojo sobre el significado filosófico y alegórico de la película, lo que indicará que se ha logrado una profunda fascinación sobre el público, pero no es mi deseo cartografiar verbalmente 2001, ya que en ese caso, los espectadores se sentirían obligados a encontrar algo determinado y, en caso de no hacerlo, sentirían que se pierden algo.
Hasta unos años, el muñeco del “Star Child” había estado desaparecido. Desde 1968 hasta 2003, para ser más preciso, momento en el que fue descubierto por el archivista del Deutsches Filmmuseum, Bernd Eichhorn, en la mansión del director. Por suerte, el tiempo no había afectado demasiado su complexión, salvo por pequeñas marcas de cintas que se limpiaron facilmente, manteniendo su rozagante encanto impoluto. Y así fue cómo esta pequeña y enigmática pieza comenzó a dar vueltas por el mundo, como parte de una exhibición itinerante auspiciada por el Museo Fílmico de Alemania.
Actualmente, “Star Child” está recorriendo el mundo como parte de una exhibición dedicada a Stanley Kubrick y a su película 2001. Y si bien el feto es una de las piezas centrales, no es lo único para admirar. Junto con el nonato tendrás la oportunidad de admirar diseños, modelos de la escenografía, disfraces, calendarios de filmación, material de producción y fotos de archivo, entre muchas otras cosas.
En el pasado, la exhibición se ha presentado en países como México, Canadá, Italia, Francia, Brasil y Corea. Al momento de escribir este artículo, la exhibición había regresado a su lugar de origen, al Museo Fílmico de Alemania. Pero, si vives en España, eso sí, ¡debes mantenerte atento! Pues desde el 24 de octubre de 2018 hasta el 31 de marzo de 2019, se estará presentando en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB). ¡No te lo vayas a perder!
Si vives en algún otro lugar del mundo, y quieres presenciar estas maravillas con tus propios ojos, visita regularmente el calendario de la exhibición desde su página oficial. ¿Quién sabe? Con un poco de suerte, podrás vértelas cara a cara con una de las más icónicas piezas en la historia de la filmografía humana. Mientras esperas, admira parte de la exhibición en nuestra páginas. No es lo mismo, pero algo es algo.