Algunos apuntan directamente a «la pandemia». En cambio, otros sugieren que el verdadero problema fue «el lockdown», el encierro. Pero el número de personas vacunadas sigue aumentando, el señor Omicron parece estar de salida, y muchos países ya anunciaron el fin de todas las restricciones. Entonces, sólo nos queda hacer una pregunta: ¿Cómo estamos? ¿Cuál fue el efecto de la pandemia en nuestros cuerpos? La gente de BuzzFeed News entró en contacto con varios expertos, y esto es lo que sabemos hasta ahora.
La pandemia en nuestros cuerpos
- Ojos: Pasar más tiempo en espacios cerrados incrementa el riesgo de miopía. Un estudio publicado por JAMA Ophthalmology en enero de 2021 sugiere que hubo entre 1.4 y 3 veces más casos de miopía en niños de edad escloar, entre 6 y 8 años. A esto se suman ojos secos y fatiga ocular. Los expertos recomiendan paños tibios por diez minutos dos veces al día, lentes ocupacionales, y por supuesto, pequeñas pausas cada 20 minutos.
- Piel: La falta de luz solar provoca que los niveles de vitamina D se caigan a pedazos. La vitamina D alcanza al sistema inmune, la función muscular, la actividad cerebral, y la absorción de otros minerales. La falta de vitamina D también está asociada a cuadros de depresión, problemas óseos y musculares. La buena noticia es que sólo necesitan unos minutos de luz solar para producir cantidades adecuadas. ¿Otros problemas? Acné y rosácea, vinculada a máscaras, estrés, y exceso de azúcar.
- Músculos / huesos: Pasar a un ciclo de home-office tiene sus consecuencias. Los casos por dolor de espalda y mala postura se han multiplicado. Hay más niños heridos ahora que regresan a sus actividades, mientras que en la otra acera, el sedentarismo lleva a pérdida de masa muscular, un metabolismo más lento, y obesidad.
- Cerebro: La capacidad de adaptación del cerebro está muy bien documentada, pero mucha gente allá afuera ha reportado problemas de concentración con la pandemia. Algunos expertos piensan que la gente pierde productividad en el hogar porque hay más distracciones allí, pero también sucede lo contrario. Con el regreso a la oficina, muchos trabajadores se quejan de misofonía, sensibilidad selectiva al sonido.
- Dientes: El problema principal es la falta de mantenimiento. Por más que una persona tenga buena disciplina, existen ciertos detalles que sólo pueden ser resueltos por un dentista, y la pandemia esencialmente detuvo las visitas programadas. Si a eso sumamos el alto estrés, muchos pacientes ahora reportan dolor en sus mandíbulas, vinculado al bruxismo. De más está decirlo, el fácil acceso a gaseosas y comida chatarra tampoco ayuda.
- Peso corporal: Los reportes apuntan en ambas direcciones. Algunas personas están comiendo más (sus actividades los obligaban a saltar el almuerzo en más de una ocasión), por lo que ganaron peso desde que trabajan en casa. En cambio, otros indican que se aburrieron de cocinar todos los días y pasaron a comer menos, lo que les ayudó a perder peso, pero también se sienten más fatigados.
- Tracto gastrointestinal: Los expertos en salud han reportado un aumento de casos de náuseas, diarrea (uno de los síntomas de COVID-19), y dolor abdominal, asociados una vez más a picos de estrés y soledad. Además, mucha gente incrementó el consumo de alcohol en comparación con tiempos pre-COVID, dando lugar a casos adicionales de gastritis y esofagitis.
Fuente: BuzzFeed News
