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El Dilema del Voluntario: Si nadie quiere perder… todos pierden

Psicología, una mujer muerta, historias falsas, y muchos espectadores

Dilema del Voluntario

Imagina que se interrumpe la electricidad en tu casa. Rápidamente compruebas que no te afecta sólo a ti, y que el inesperado corte también alcanza a tus vecinos. Sin embargo, decides no avisar a la compañía, ya sea porque no tienes ganas, no quieres perder tiempo explicando lo que pasó, o no deseas gastar dinero en la llamada. Tu conclusión es que otro vecino se tomará la molestia de hacerlo, pero si todos piensan lo mismo… todos pierden. En esa dirección va el Dilema del Voluntario, donde alguien irremediablemente pierde para que los demás ganen sin mover un dedo, o de lo contrario, terminan tan mal como el voluntario.

Por algún extraño motivo recordé aquel episodio de Los Simpsons en el que Homero se postula para comisionado al grito de «¿No podría hacerlo otro?», sólo porque no quiere sacar la basura. Lógicamente, las consecuencias son devastadoras para la ciudad, que termina trasladada debido al exceso de desperdicios.

El punto crítico aquí es la actitud de Homero: «Que se encargue alguien más». Ahora, lo más interesante es que esa línea de pensamiento permanece intacta aún cuando se necesita el sacrificio de una sola persona para beneficiar al resto y eliminar un problema de raíz. Bienvenidos al Dilema del Voluntario, quien no recibe recompensa a cambio de su esfuerzo, pero si no lo hace, todo el grupo pierde.


El Dilema del Voluntario

Kitty Genovese y su asesino, Winston Moseley. La historia original fue ampliamente exagerada, pero aún así la ayuda tardó demasiado en llegar

Un ejemplo citado hasta el cansancio del Dilema nos traslada al año 1964, y al asesinato de una mujer llamada Kitty Genovese. La historia original del New York Times decía que 38 personas fueron testigos del crimen, pero ninguna de ellas llamó a la policía pensando que alguien más se encargaría, y no querían asumir el costo de verse involucrados.

Con el tiempo se supo que la historia estaba repleta de errores y falsedades (nadie lo criticó en su momento porque era una locura ir en contra del controvertido editor del Times en aquel entonces, Abe Rosenthal), y el periódico lo admitió 52 años después, pero a partir de ese artículo exagerado se popularizó el dilema, y otro concepto muy similar, el Efecto del Espectador, bajo el cual es menos probable que una persona ayude a una víctima cuando hay gente presente.

Un análisis más profundo del Dilema del Voluntario revela tres detalles. En primer lugar, a medida que el costo, esfuerzo o sacrificio requerido al voluntario aumenta, también crece la posibilidad de que nadie actúe.

En segundo lugar, si el número de testigos o participantes sube, la «ganancia» permanece igual para todos. Y en tercer lugar, lo más llamativo: Si el número de individuos en el grupo asciende, la probabilidad de que aparezca un voluntario se desploma.

Aún así, existen variables que no podemos ignorar: Situaciones de emergencia vs. no emergencia, ambigüedad, diferencias culturales y difusión de la responsabilidad juegan un papel muy grande, y hay mucho más en segundo plano que una simple falta de empatía.


Escrito por Lisandro Pardo

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