La energía eléctrica ha cambiado el modo en que nos manejamos en la vida cotidiana, y los electrodomésticos nos facilitan la vida.Pero sabemos cuanto consumimos cada vez que encendemos un artefacto, o lo dejamos en modo standby?
Algunos expertos afirman que los aparatos electrónicos como el TV o los DVD, o cualquier cosa que utilice control remoto tiene que estar conectado para poder ser encendido remotamente. Nada nos impide encenderlo yendo hasta el aparato y apretando el botón, pero si queremos poder encenderlo y apagarlo desde el control tenemos que dejar esos aparatos con un cierto consumo eléctrico. Esto es lo que se llama consumo standby.
El consumo standby puede ir desde los 10 a los 15 watts, y ocasionalmente mas allá. En si mismo no es mucho, pero si uno tiene media docena de electrodomésticos en standby, es como el consumo de una lámpara de 60 watts.
Es sumamente difícil calcular el consumo standby, pero se han desarrollado aparatos que permiten medir cuanto consumo standby tiene un cierto electrodoméstico. El desarrollo de este aparato es de suma importancia y ya se espera una versión comercial de este invento.
En todos los rincones de la casa estamos desperdiciando consumo. La casa moderna está en permanente standby, llena de equipamiento que está “mitad encendido, mitad apagado” es decir en standby, esperando para estar inmediatamente disponible cuando lo necesitemos.
Algunos datos interesantes de la International Energy Agency (Agencia Internacional de Energía) para Francia:
* Los stereos en standby cuestan en ese país 290 millones de libras esterlinas, y producen 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono, CO2.
* Los DVD cuestan 263 millones de libras esterlinas y producen 1,06 millones de toneladas de dióxido de carbono, CO2.
* Los TV en standby cuestan 88 millones de libras esterlinas y producen 480.000 toneladas de CO2.
Si bien son datos extraídos de un país (Francia en este caso), bien pueden aplicarse a otros países europeos por una cuestión de similares estándares de vida, climas y población. Esos datos se refieren al costo total de consumo, pero ante la escasez de energía que muchos países experimentan año tras año, no parece sensato semejante desperdicio en pos de la comodidad. Y los valores de CO2 están expresados en toneladas por año.
Pero hay algo aún peor: el consumo de un ordenador. Este es un caso especial ya si que uno no lo apaga completamente, es decir desenchufándola de la pared, éste se encuentra siempre consumiendo algo de electricidad. Y dependiendo del modo en que se encuentre (hibernando, etc) el consumo puede ir desde los 5 hasta los 60 watts. Si pensamos que en todo el mundo hay alrededor de 820 millones de ordenadores y que se espera que esa cifra crezca a mas de 1.000 millones para 2007, pensemos en el desperdicio de energía.
Y es que es algo que depende de nosotros, ya que si los electrodomésticos vienen con estas características es porque los consumidores las quieren, no porque las firmas de electrónica las quieran implantar en sus productos.
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