En este artículo del cine y la tecnología hablaremos de dos técnicas que mezclan la artesanía y la tecnología para introducir al espectador en un mundo mágico.En gran parte del artículo vamos a hablar de Emilio Ruiz del Río (Madrid 1923) experto en efectos especiales y visuales, que llevo a otra dimensión el arte de la miniatura y la pintura sobre cristal en el séptimo arte. El gran mérito de Emilio Ruiz del Río era la total mimetización de sus maquetas y cristales con los ambientes naturales. Sus invenciones eran obras artesanales y tecnológicas que conseguían un total equilibrio con los exteriores, y ésto lo llevo a trabajar en grandes películas como Espartaco (Stanley Kubrick, 1960), Rey de reyes (Nicholas Ray, 1961), Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963), La caída del Imperio Romano (Anthony Mann, 1964) y Lawrence de Arabia (David Lean, 1962), entre otras grandes producciones.
Pintura sobre cristal
La técnica de pintura sobre cristal o finas planchas de aluminio que utilizaba Emilio Ruiz del Río requería de una planificación minuciosa del encuadre. Una vez determinada la posición de la cámara se utiliza parte del escenario natural, mientras que el cristal sustituirá el resto por la pintura que hay sobre el mismo, resultando un escenario final híbrido.
A partir de la elección del plano, al artista le esperan unas arduas semanas de trabajo en la locación pintando el cristal. Y con esta técnica podemos rodar la antigua Grecia en medio de Los Ángeles o Barcelona.
Gracias a la perspectiva que genera la cámara, en ningún caso se nota el recorte que hace el cristal sobre el escenario. Con este truco los movimientos de cámara estaban limitados y solo se podían hacer pequeños paneos, generalmente el planos generales.
Pero la técnica sobre cristal se dejo de utilizar cuando arribaron al cine los ordenadores y con ellos los efectos digitales (principios de los 80). Pero como hablamos en el artículo de los animatronics, el nivel de realismo de estos efectos eran muy pobres.
Maquetas y miniaturas
Emilio Ruiz del Río también fue un gran artista en insertar maquetas y miniaturas en escenarios naturales. Pero su invención más recordada fue sacar las piscinas de los estudios y crear piscinas naturales a la orilla del mar, de esta manera se aprovechaba la profundidad de campo del mar. Dicha técnica fue utilizada en El puente de San Luis Rey (Mary McGuckian, 2003) donde una maqueta a escala de un galeón del siglo XVII situado en una piscina natural aprovecha el horizonte del mar, para otorgarle un realismo único a los planos.
Pero una de sus maquetas más recordadas en España, pertenece a la película Operación Ogro (Gillo Pontecorvo, 1979). En el film se recrea como el coche del hasta entonces presidente del gobierno español Carrero Blanco, vuela por los edificios de Madrid tras una explosión.
La recreación de los escenarios que hizo Emilio Ruiz del Río fue de tal envergadura que se ha utilizado en diferentes programas informativos como un documento para recordar la tragedia.
Las maquetas fueron utilizadas en el cine desde sus pioneros como Georges Méliès hasta la actualidad como la saga de Harry Potter. Vamos a hablar de la maqueta de Hogwarts usada en las películas de Harry Potter.
El modelo fue construido para la primera película “Harry Potter y la Piedra Filosofal” y a pesar del tiempo transcurrido entre película y película se siguió usando el mismo modelo.
La maqueta fue esculpida a mano por 86 artistas comandados por Stuart Craig a una escala de 1:24. Y su diseño cuida los detalles mínimos como las bisagras de puertas y ventanas y las luces de 2.500 faroles y antorchas,
La maqueta se utilizó en las películas mediante el escaneo de fotografías, insertadas en las escenas mediante los efectos digitales.
Pero antes de terminar el artículo queremos volver a Emilio Ruiz del Río para recordar su trabajo en la película Dune (David Linch, 1984). Gracias a él se pudo resolver de manera creativa y económica, la salida de los altos mandos de la nave hacía las tropas formadas simétricamente. Para resolver este problema se construyo a tamaño real la puerta y escalinata; el resto del decorado era una maqueta y las tropas fueron representadas mediante muñecos en miniaturas y actores. Y, otra vez gracias a la perspectiva del encuadre, se logró el truco deseado.
En este artículo del cine y la tecnología resaltamos el trabajo de estos artesanos del cine e hicimos especial hincapié en Emilio Ruiz del Río, un artista que realizó grandes creaciones a bajo costo, pero con un acabado final majestuoso.