Hoy, en el cine y la tecnología, vamos a hablar de uno de los grandes estabilizadores de cámara que todos conocemos con su nombre comercial, el Steadicam. Esta herramienta tecnológica ha permitido a los directores realizar movimientos de cámara antes imposibles para narrar sus historias y llenar de magia los planos de sus producciones.
¿Qué es el Steadicam?
Es un estabilizador de cámara que logra la estabilidad mediante un sistema de suspensión y contrapesos. El aparato cuenta con un brazo recto que sostiene el soporte de cámara; dicho brazo se puede adosar al operador de cámara mediante un chaleco para hacer la toma más larga y evitar el agotamiento del técnico. De esta manera el peso de la cámara de cine o vídeo más el contrapeso se divide entre los brazos y la cadera del operador. De esta manera el camarógrafo se convierte en un personaje. Podemos afirmar que el cine descubre en el steadicam, una cámara subjetiva antes desconocida.
La historia del Steadicam en el cine
La historia del steadicam en el cine es muy joven. Corría el año 1976 cuando el cineasta Garrett Brown inventa un sistema para suavizar y estabilizar los movimientos de cámara que, hasta ese entonces, eran bastante inestables y con muchos saltos. El mundo del cine conoce el steadicam en el film Bound for Glory del director Hal Ashby (1976); y desde ese día los técnicos y realizadores no han dejado de usarlo y mejorarlo.
Pero sin duda la película que hace famoso el steadicam y a Garrett Brown es Rocky (John G. Avildsen – 1976) y especialmente en la secuencia en que Rocky (Sylvester Stallone) sube las escalinatas del Museo de Arte de Filadelfia.
Ahora un operador de cámara puede seguir a un personaje corriendo por una escalinata, sin que el plano quede con saltos. El único cuidado que tiene que tener el operador es no tropezarse con los escalones.
El plano secuencia y el Steadicam
El cine es movimiento, y el cine unido al steadicam es más movimiento todavía, porque el uso del estabilizador esta unido a planos de seguimiento de personajes u objetos y principalmente a planos largos, los llamados planos secuencias (denominados de esta forma por los pioneros del cine, como los hermanos Lumière, que rodaban sus cortos en un solo plano utilizando el metraje total de una lata). Uno de los planos secuencias rodados con steadicam más recordados sucede en la película El resplandor (Stanley Kubrick – 1980), cuando vemos al niño andando con un triciclo por los pasillos del hotel hasta que se detiene en la habitación 237.
El más contemporáneo plano secuencia es el que Quentin Tarantino realiza con maestría en Kill Bill Volumen I (2003). Vemos cómo la cámara sigue en primer lugar a Uma Thurman y antes de entrar al vestidor, el operador levanta en steadicam más de un metro y medio por encima de su cabeza. Se trata de una tecnología bastante moderna, que permite hacer planos cenitales.
Paul Thomas Anderson según Kevin B. Lee
La filmografía de Paul Thomas Anderson sólo cuenta con seis títulos (Sydney -1996, Boogie Nights – 1997, Magnolia – 1999, Punch-Drunk Love – 2002, There Will Be Blood – 2007 y The Master – 2012) y, sin embargo, ya cuenta con varios estudios sobre sus técnicas de cámara. Cabe destacar el estudio que el cineasta Kevin Lee realizó sobre el progreso narrativo y técnico del uso del steadican en sus películas.
En el montaje que realiza Lee vemos el progreso del uso del steadicam como elemento narrativo a lo largo de su trayectoria, siendo su uso muy escaso en su ópera prima. El esplendor del uso del estabilizador es total en la película Magnolia. Sin duda Anderson es un realizador que implanta el steadicam en su cine y logra darle una impronta muy personal; como espectador podemos asociar un plano de sus películas con su apellido (algo parecido pasa con Hitchcock o Scorsese).
El steadicam fue pionero en los estabilizadores de cámara y dio inicio a nuevas tecnologías como el Glidecam y Bodycam entre otros.
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