El Vehículo Automatizado de Transferencia (ATV) "Julio Verne", familiarmente conocido como “camión espacial”, se acopló exitosamente a la Estación Espacial Internacional (ISS). Transportaba víveres, material científico, oxígeno, agua y combustible a los astronautas que viven allí.
A una velocidad de siete centímetros por segundo (unos 0.25 kilómetros por hora), el enorme vehiculo construido por Astrium Space Transportation, filial del consorcio europeo de aeronáutica y defensa EADS, entró en contacto con la zona de acople del módulo ruso Zvezda, ubicado en la parte posterior de la ISS. Siete minutos más tarde de establecida la fijación mecánica al módulo, se procedió a la conexión eléctrica para permitir el contacto entre los ordenadores de la ISS y del ATV.
El mecanismo automático de acoplamiento ha operado con una precisión tal, que ni el mejor piloto espacial podría haberlo hecho mejor. "Estoy contrariado” señaló poco después el ex piloto francés Jean-François Clervoy, en tono de broma: “El piloto automático es mejor que el mejor de los ingenieros pilotos que se encuentran actualmente en órbita".
El Vehículo Automatizado de Transferencia es básicamente un cilindro de más de 17 toneladas de peso, 10,3 metros de largo y 4,5 de diámetro, capaz de transportar nueve toneladas de carga. Para tener una idea del tamaño del ATV basta con imaginar un autobús londinense de dos pisos.
No resulta nada fácil conducir una mole semejante a unos 28.000 Km./h en una órbita a 350 Km. de altitud, sin embargo, el piloto automático guió con seguridad al ATV. Fue lanzado el 9 de marzo por un cohete Ariane desde Kourou, en la Guayana francesa, y luego de 20 días de viaje efectuó con gran precisión el último tramo de su viaje, que lo llevó a 11 metros de la Estación, empleando por primera vez su sistema de orientación láser.
La maniobra se realizó después de cuatro horas de marchas y contramarchas en el espacio, mediante las cuales el ATV pudo acercarse a la estación. Láseres mellizos disparaban pulsos de luz a reflectores ubicados al final del módulo de servicio Zvezda para determinar la orientación, distancia y velocidad de acercamiento.
"Es un momento histórico", declaró Yannick d’Escatha, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales. "Es una espectacular demostración de la capacidad de Europa en el ámbito de la exploración espacial", añadió el director general de la Agencia Espacial Europea, Jean-Jacques Dordain.
La ministra francesa para la Investigación, Valérie Pécresse, emitió un comunicado en el que expresa que el éxito del ATV "refuerza la posición de Europa para discutir con el resto de potencias espaciales, especialmente con Estados Unidos, la puesta en marcha de un programa mundial de exploración robótica o tripulada del sistema solar".
El ATV "Julio Verne" es el primero de una serie de cinco vehículos similares que Europa suministrará a la ISS, cada uno con un coste de unos 300 millones de euros. Luego de permanecer 6 meses acoplado a la ISS, cumpliendo las funciones de “basurero”, reingresará a la atmósfera donde arderá hasta destruirse completamente.
El módulo “Julio Verne” recibió su nombre del visionario escritor de ciencia ficción y es el primero de una nueva clase de naves automáticas. Haciendo honor a su nombre, solo transportaba vituallas: a bordo también viajan dos manuscritos originales de Julio Verne y una edición ilustrada del siglo XIX de su novela De la Tierra a la Luna, que luego regresarán a la Tierra.
Esta operación fija un hito para los futuros programas de exploración espacial, viaje a Marte incluido, que según los expertos podría efectuarse dentro de tres décadas.